La Oficina del Historiador de La Habana construye nuevas viviendas (+ audio)

7 de noviembre de 2014

|

Ana Lidia García Hernández.

|

Oficina del Historiador de La Habana, Reparto Capdevila, Restauración, Viviendas

El Centro Histórico de La Habana Vieja es un espacio vivo, habitado. La conservación de ese carácter residencial es uno de los principios del modelo de gestión integral que lidera la Oficina del Historiador de La Habana (OHC) en el territorio. El 85 % de los 3370 edificios que existen en la Zona Priorizada para la Conservación (2,4 dentro de los 4,2 km2 de extensión del municipio) funcionan como viviendas, un total de 22 206 ; sin embargo, alrededor del 35 % de esa cifra se encuentra en mal estado constructivo (1), a lo cual se suma la elevada densidad poblacional.

La restauración de estos inmuebles ha conllevado necesarios movimientos de población para garantizar condiciones óptimas de habitabilidad a las familias. Luego de intensos procesos de negociación con los pobladores se decide quiénes – teniendo en cuenta los años de vida en la localidad, la condición legal ante la vivienda, entre otros factores – permanecerán en el sitio culminada la intervención. A aquellos moradores a los que no se les puede asegurar una vivienda dentro del Centro Histórico se les otorga una nueva, en calidad de propiedad, en asentamientos poblacionales construidos para ese fin. A uno de esos conjuntos arquitectónicos ubicado en el Reparto Capdevila, en el municipio habanero Boyeros, nos acercamos a continuación.

 

Raúl Milán, Martha Pérez y Fermina Bonne son tres de las más de mil personas que han sido beneficiadas con el proyecto habitacional de Capdevila. Atrás quedaron los años de convivencia en albergues, la incertidumbre de vivir en una casa con peligro de derrumbe o la incomodidad de habitar junto a 11 familiares en un hogar con un solo cuarto.
El Consejo Popular donde hoy se enclavan estas moradas, comenzó a poblarse a mediados del siglo XIX, con la aparición en la zona del primer tejar denominado Santa Beatriz, propiedad de Vicente Capdevila, que en 1911 cambió su nombre por Ladrillos Capdevila S.A. Esta actividad económica propició el establecimiento en los alrededores de un numeroso grupo de jornaleros procedentes de otros sitios de La Habana y así surgió el Reparto Capdevila. Entre las familias más antiguas de esta localidad se encuentran los Tejadas, los Blancos y los Rodríguez.

Antes del Triunfo de la Revolución, Capdevila era un lugar casi despoblado, con áreas suburbanas y cientos de pequeños lotes de tierra en manos del Estado y de muy pocos campesinos. Actualmente, en este Consejo Popular se encuentran importantes instituciones de salud como el Hospital Nacional Docente Enrique Cabrera, el Hospital Pediátrico Docente William Soler y la Escuela Nacional de Enfermería.
Desde finales de la década de 1990 la Oficina del Historiador de La Habana comenzó a construir el nuevo asentamiento residencial que en una primera etapa concibió la edificación de 100 viviendas. El arquitecto Ariel Reina, inversionista del proyecto, aclaró que dichos domicilios se encuentran en inmuebles de dos niveles con techo a dos aguas, ejecutados con el sistema constructivo tradicional y con la tecnología M 2.

 

A principios del nuevo siglo, agregó Reina, se continuó el plan habitacional con la realización de 140 viviendas más. En la actualidad se concluyen allí los dos últimos edificios del conjunto. Como característica general, poseen tres niveles y apartamentos de uno o dos dormitorios, sala, comedor, cocina, patio de servicio, baño y balcón.

En esta segunda fase del proyecto se pusieron en práctica modernas tendencias del diseño arquitectónico, que dieron como resultado edificios agradables estéticamente y con grandes valores desde el punto de vista funcional. Así lo corroboró a Habana Radio el inversionista Ariel Reina.

Para Fermina Bonne vivir en Capdevila ha sido un gran regalo de la Revolución. A su hijo le gusta el lugar, tiene una casa nueva “en bajos, con dos cuartos, patio y jardín”. Vivió 20 años en un albergue, lo cual le ocasionó serios trastornos nerviosos. Ahora siente tranquilidad y felicidad, incluso ha engordado unas cuantas libritas.

Simultáneamente a la construcción de viviendas se han ido desarrollando otras obras para garantizar en Capdevila el mejoramiento de las condiciones de vida. Juana Turcatz se siente complacida porque muy cerca de su casa puede comprar los productos de primera necesidad.

De igual forma, han ido avanzado las ejecuciones del espacio urbano. Se han concluido varias calles y aceras. Otros elementos como parqueos para automóviles y plazas se realizarán en el año 2015, especificó el arquitecto e inversionista Ariel Reina.

 

 

Luego de varios años viviendo en condiciones de hacinamiento, las nuevas viviendas de Capdevila han dado la oportunidad a personas como Raúl Milán, Magaly Hernández y Martha Pérez de tener lo que durante mucho tiempo soñaron.

 

Martha rememoró aquellos años en los que vivían alrededor de 12 personas en el cuarto de una ciudadela. A esa época nunca quisiera retornar. Magaly aseguró que no piensa mudarse del reparto, aun cuando su ubicación geográfica les dificulta el acceso a servicios como el transporte, los puntos de comercialización de ETECSA y la compra de medicamentos: “La diferencia entre lo que hoy tengo y lo que tenía es grande, quienes hemos vivido en un albergue bien lo sabemos. Aquí tengo mi casa y agua todo el día, aunque no esté conforme con todo, reconozco que mi situación mejoró muchísimo y mi casa no la cambio por nada”.

El arquitecto Ariel Reina explicó a nuestra emisora que además de los creados hasta el momento, en Capdevila se torna necesario el acondicionamiento de nuevos establecimientos como locales para la comercialización del gas licuado, oficina de correos, entre otros.

En la puesta en marcha de estos servicios será ineludible continuar trabajando. Mientras, más de mil personas como Fermina, Raúl, Juana, Magaly y Martha disfrutan de sus nuevos hogares, seguros de que no perderán ni el techo de su casa ni la vida ante un derrumbe.

 

 

(1) Colectivo de autores. (2012). “Luces y simientes. Territorio y Gestión en cinco centros históricos”. La Habana: Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de Ciudades Patrimoniales de Cuba.