La forma correcta de administrar las cápsulas

20 de junio de 2014

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Diana García García

Las cápsulas son formas farmacéuticas sólidas que se usan para administrar principios activos que deben llegar intactos al duodeno, que es el sitio del organismo en el que se absorben y pasan a la circulación de la sangre para producir el efecto terapéutico deseado.
Los principios activos que se encapsulan no pueden entrar en contacto con los jugos gástricos porque sufren degradación. La gelatina de que están hechas la mayoría de las cápsulas, es insoluble en el medio ácido estomacal. Esto le permite al medicamento pasar íntegro hasta el duodeno, en donde el medio se alcaliniza y ocurre la desintegración de la cápsula y se libera el principio activo contenido en su interior.
El sistema de entrega que constituyen las cápsulas puede tener algunos inconvenientes para la administración si se le compara con otras presentaciones sólidas como las tabletas, que suelen ser de menor tamaño. Su forma alargada tan característica, así como la consistencia pegajosa de la gelatina al entrar en contacto con la saliva, pueden hacer más engorrosa la administración que con otros medicamentos para la vía oral.
Esta es una limitante fuerte para el uso de las cápsulas para aquellas personas con problemas de deglución. Sin embargo, muchas veces en lugar de imponer al médico de esta dificultad, los pacientes a los que le prescriben medicamentos en forma de cápsulas, en lugar de tragarlas como es correcto, las abren y se toman el contenido disuelto en agua.
Como fue explicado al inicio, los principios activos dosificados en cápsulas pueden resultar afectados por el medio acido estomacal. De ahí que al diluir el contenido de las cápsulas para administrarlo como un polvo en solución, se está exponiendo al medicamento a ser totalmente ineficaz.
Por ello, si está usted entre las personas a las que se les dificulta tragar medicamentos por su mayor tamaño o consistencia, le recomendamos no poner en riesgo el éxito de su tratamiento médico alterando la forma farmacéutica del medicamento. En su lugar, cuéntele al médico sobre esta dificultad, para que seleccione una formulación que se acomode más a sus limitaciones y le permita cumplir con las pautas de correcta administración del medicamento.