Se asoma la verdad
24 de julio de 2014
|De moda en el mundo mediático contemporáneo, la fabricación de noticias hilando supuestos, inventando verdades que nunca se comprobaron, o repitiendo mentiras que se alojan en la mente de personas que las aceptan como reales, no escapan ni en casos como el del avión civil derribado en Ucrania que costara la vida a 298 personas.
No obstante, en esa puja entre la verdad y la mentira aparecen periodistas que se distancian de la manipulación y usando fuentes que hasta pueden ser anónimas pero reales, sacan a la luz detalles que dejan asomar autenticidad en el relato de un hecho, por muy distorsionado que haya estado en los grandes medios de comunicación.
En el caso del avión de las Líneas Aéreas de Malasia, que hace una semana fuera derribado en territorio ucraniano, Estados Unidos, Ucrania y la Unión Europea, se han unido para acusar a Rusia —sin prueba alguna—.
La avasalladora mentira se fue imponiendo como patrón en las grandes televisoras occidentales, agencias, periódicos y emisiones radiales. No hay que indagar mucho para saber que en casi todos los casos, esa invención forma parte de un plan que se paga muy bien a los consorcios corporativos de los grandes medios, en manos a la vez de grupos económicos que ejercen poder en el gobierno de Estados Unidos y de otras potencias.
Pero también en el caso que nos ocupa —del avión civil derribado en Ucrania— la verdad se asoma y la credibilidad a las nuevas conclusiones, va desplazando a la manipulación torcida con fines netamente políticos.
Tocó esta tarea al periodista estadounidense, Robert Parry, quien acudió a altas fuentes de inteligencia norteamericana, que aseguran “tener imágenes de satélite que muestran que el derribo del Boeing-777 de las Líneas Aéreas de Malasia fue realizado por el Ejército ucraniano”.
Y aseguró: “una fuente que ha suministrado información exacta sobre temas similares en el pasado me dijo que las agencias de inteligencia estadounidenses poseen imágenes de satélite detalladas de una batería de misiles que fue probablemente la que disparó el misil que destruyó el avión.” Él señala que la batería parece estar bajo el control de las tropas del gobierno ucraniano y los militares visten uniformes de esa nacionalidad.
Existen también indicios de que los soldados implicados en este incidente estaban borrachos, ya que pueden verse botellas repartidas por la zona, precisó la fuente, agregó.
Parry es un periodista norteamericano conocido por su trabajo en Associated Press y Newsweek. Escribió reportajes sobre el escándalo Irán-contra y sobre los vínculos entre los contras nicaragüenses, que estuvieron apoyados por EEUU, y el narcotráfico en este último país.
Altos funcionarios de los servicios de inteligencia de Estados Unidos aseguraron carecer de pruebas que involucren directamente al gobierno ruso en el derribo del vuelo de Malaysia Airlines, señala un despacho de la AP.
Pero hay más en este mundo de la manipulación mediática. Se trata de que cintas presentadas por las autoridades ucranianas culpando a los rebeldes separatistas de Donetsk como los autores del derribo de la nave aérea, han demostrado ser “fabricadas” según los expertos.
En este caso, el segundo fragmento de la grabación consiste en tres partes, pero fue presentado como una sola. Sin embargo, el análisis espectral y temporal mostró que el diálogo fue cortado en trozos y luego ensamblado, dijo un especialista a la agencia Itar-Tass.
Recordemos, además, la avalancha informativa de los primeros días posteriores al siniestro, cuando se decía que los rebeldes pro rusos habían manipulado las cajas negras de la nave derribada, versión ahora desmentida por las autoridades de Malasia. El coronel Mohd Saqri, representante especial del gobierno de Malasia, al recibir las cajas negras de manos del primer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, aseguró que éstas “no habían sufrido ninguna manipulación”.
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