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Finales de la Copa Mundial: el ganador se lo lleva todo (II)

25 de julio de 2014

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goliniesta

Después de más de cuatro décadas sin ganar la Copa Mundial de fútbol, los especialistas y seguidores del fútbol italiano estaban desesperados por ver un nuevo éxito de los azzurris. Antes del torneo de España, en 1982, la prensa italiana fue muy dura con el equipo, entrenado por Enzo Bearzot. En respuesta a esta tirantez, los jugadores decidieron no ofrecer declaraciones a los medios de comunicación. Las cosas se complicaron aún más cuando los italianos apenas empataron sus tres partidos eliminatorios frente a Perú, Camerún y Polonia.

Pocos pensaban que los azzurris podrían salir victoriosos de la segunda fase, en la que enfrentarían a selecciones tan poderosas como Argentina y Brasil; sin embargo, el talento ofensivo de Paolo Rossi influyó notablemente y los italianos pasaron por encima de argentinos, brasileños y polacos. Ya en la final los esperó Alemania Federal. El encuentro se mantuvo 0 a 0 durante una gran parte de la primera mitad; pero una falta grave en el área colocó en el punto penal al azzurriAntonio Cabrini quien erró el disparo y así entró a los libros de récords, pues nunca antes en un partido por el título un jugador había fallado un penal.

No obstante, la pifia no tuvo un gran impacto en el resultado del desafío, porque los italianos marcaron en tres ocasiones en el segundo tiempo. Uno de esos goles fue de Paolo Rossi, por lo que se consolidó como el líder anotador del Mundial de 1982.

El regreso de las citas mundialistas a territorio mexicano ocurrió en 1986 y la primera selección en arribar fue la de Argentina, dirigida por Carlos Salvador Bilardo. El apresuramiento por instalarse en México llamó la atención de los medios de comunicación y en una entrevista le preguntaron al técnico las razones para el temprano viaje. Las palabras de Bilardo fueron estas: “Somos los primeros en llegar porque queremos ser los últimos en irnos”. Y tuvo razón el técnico, pues los argentinos, liderados por Diego Armando Maradona, en el mejor momento de su carrera, ganaron convincentemente el Mundial.

Las cosas no le funcionaron bien a Argentina en su segunda final consecutiva ante Alemania, en la cita organizada por Italia, en 1990. Los gauchos no pudieron marcar ni un gol y se convirtieron en el primer equipo que, en la discusión del título, dejó en cero su casilla de goles. Luego ni Italia, Brasil, Alemania y Holanda pudieron anotar en Copas posteriores; pero Argentina fue la primera; además, la selección albiceleste también impuso otro récord, ya que dos futbolistas suyos fueron expulsados en el mismo desafío.

Después, en 1994, también tuvimos una final que entró en los libros de récords. Brasil e Italia no pudieron marcar durante 120 minutos, por tanto, por primera vez el título se definió en la tanda de penales. Allí, el portero Claudio Taffarel fue mejor que Gianluca Pagliuca; mientras, la gran estrella azzurri, Roberto Baggio, envió su penal a las nubes y Brasil se proclamó, en ese momento, tetracampeón.
En 1998, los brasileños volvieron a llegar a la final y allí eran favoritos ante Francia, la selección local. La noche del 12 de julio fue mágica para los galos, en el estadio de Saint-Dennis, porque dos goles de cabeza de ZinedineZidane, más otra anotación, cuando el tiempo ya expiraba, de Emmanuel Petit dejaron atónitos a los brasileños que poco pudieron hacer ante el portero FabienBarthez.

Cuatro años más tarde, en el debut de dos países asiáticos como organizadores de un Mundial, Brasil y Alemania jugaron por el título en el estadio de Yokohama. Esta fue la tercera final consecutiva de los sudamericanos, por lo que implantaron un nuevo récord y con los destellos de Ronaldo Luiz Nazario y Rivaldo superaron en dos ocasiones la portería defendida por Oliver Kahn.

Los alemanes buscaron revancha en 2006, en la cita que organizaron; pero primero Brasil cayó en cuartos de final y, luego, en la semifinal los teutones perdieron, en tiempo extra, frente a Italia. Para sorpresa de muchos, Francia, guiada nuevamente por Zidane, regresó a la final. Aquel duelo será siempre recordado por el polémico cabezazo propinado por la estrella gala a MarcoMaterazzi, en el minuto 112 y que le costó la expulsión. El partido se decidió en los penales y allí los italianos no fallaron.

En 2010, los sudafricanos acogieron al Mundial. España llegaba como campeona de Europa; sin embargo, la llamada “Furia Roja” perdió el primer partido de la etapa clasificatoria. Los dirigidos por Vicente del Bosque supieron reponerse del sorpresivo revés y con triunfos por la mínima sobre Portugal, Paraguay y Alemania se clasificaron para la gran final, ante Holanda, un país que regresaba a este juego después de una espera de 32 años.

No hubo goles en el tiempo reglamentario y cuando parecía que la final volvería a decidirse en la tanda de los penales, apareció Andrés Iniesta y marcó un gol que coronó a una generación dorada de futbolistas españoles.

En Brasil 2014, los españoles sufrieron la “maldición del campeón”, es decir, ni siquiera pasaron de la fase de grupos, como antes le había sucedido a Francia, en 2006 y a Italia, en 2010. Los alemanes humillaron a los brasileños con un inolvidable 7-1 en la semifinal y avanzaron como favoritos a la final, frente a Argentina. Por tercera ocasión en la historia—también una nueva marca—estas dos selecciones discutieron la corona y, al igual que sucedió en 1990, los teutones sacaron la mejor parte, con un gol de Mario Götze, en el minuto 113. De esta forma, Alemania se unió a Italia en el listado de países con cuatro coronas mundiales.

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