El mijo es una buena promesa por las proteínas que contiene y por su alto contenido de lecitina

13 de junio de 2014

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Ivette Sedeño Cruz

El mijo se reconoce como uno de los alimentos más antiguos y posiblemente sea el primer cereal que se usó con fines domésticos.Es mencionado en; la Biblia y se usaba en esa época para hacer pan. Posiblemente se originó en África, donde ha sido considerado un alimento básico desde hace miles de anos. En la china era el grano prevalerte antes de que el arroz lo desplazara.En Rusia es conocido desde hace muchísimo tiempo con el nombre   el kasha y “mijo de puercos”.

Es una buena promesa por las proteínas que contiene y por su alto contenido de lecitina, constituyente necesario de toda célula viva. No causa gordura y es alto en minerales y vitaminas.

Es un cereal de buen valor nutricional, saludable y versátil, no es glutinoso, no es formador de ácidos, es de fácil digestión y es considerado uno de los cereales menos alergénicos (no contiene gluten).

Tiene cerca de un 15 porciento de proteínas, una alta cantidad de fibra dietética, vitaminas del complejo B (niacina, tiamina y riboflavina), vitamina E, metionina, triptófano y lecitina.

Tiene un contenido particularmente alto de minerales (hierro, magnesio, fósforo, potasio y silicio).

También es rico en fitocompuestos, como el ácido fítico, que contribuye a disminuir el nivel de colesterol, y de fitatos, los cuales se asocian con la reducción del riesgo de cáncer.

Una taza de mijo cocinado provee el 26 porciento de la necesidad diaria de magnesio, por lo que es un alimento de buena elección para la salud cardiovascular y para reducir la hipertensión arterial. El magnesio tiene una potente actividad antiarrítmica. Las dietas modernas se dicen que son deficitarias en magnesio. Niveles bajos en magnesio pueden aumentar la mortalidad por enfermedades cardiovasculares.

Su consumo puede contribuir a reducir el riesgo de diabetes mellitus tipo 2, por su alto contenido en fibra, magnesio y manganeso.
Tiene un alto poder antioxidante. Su mayor efecto sobre la salud radica en su integralidad.

Kasha

Ingredientes:

•    1 taza de mijo
•    5 tazas de agua
•    1 cucharadita de sal
Procedimientos:

Lave el mijo muy bien y échelo dentro del agua tan pronto como hierva. Añádale la sal y que siga hirviendo durante 2 ó 3 minutos. Baje el fuego y déjelo hervir despacio durante otros diez minutos. Luego apagará el fuego y lo dejará sobre agua caliente hasta que toda el agua del mijo haya sido absorbida. Sírvalo con mantequilla frita y dorada.

Es un sustituto delicioso del arroz y las papas. Para ocasiones especiales, fría un poco el mijo en un poquito de mantequilla. También ensaye cocinarlo con caldo preelaborado. Resulta excelente con carnes de aves y con chuletas de ternera.