Laíto (I)
18 de julio de 2014
|Lo dice el amigo y cronista musical Rafael Lam. El final del siglo XX sorprendió a los cubanos con el renacer de los “viejos” soneros, como Compay Segundo, El Guayabero, la vieja trova santiaguera, el piquete de Afro Cuban All Star y Estanislao Sureda, Laíto.
El viejo bolero-son colombiano “Idilio” en la voz de este último, con sus ochenta y tantos años de andariega existencia, se colocó en la cima de la popularidad en todo el país y su videoclip fue reconocido en abril de 1998 con el Premio Lucas de la Música Bailable.
El éxito de esta grabación -según el guitarrista matancero Senén Suárez -resultó algo mágico, todos en nuestro país lo cantaban en las calles, hasta los niños lo tarareaban por todas partes.
De suceso musical lo catalogaron algunos, y tanto, que el propio sonero no tuvo reparos en reconocer: “¡Ahora es cuando tengo verdadera popularidad!”, afirmación que para algunos, -en su mayoría veteranos como él- no era totalmente cierta, pues en sus días de juventud los aplausos jamás le fueron esquivos y sus discos en la época de las victrolas alcanzaron una enorme popularidad.
Pero al final del siglo XX los más nuevos se preguntaban inquietos, ¿quién es este “galán otoñal”, hasta ahora olvidado, que vestido a la usanza de los años 40, volvía por sus fueros a estremecer el panorama musical cubano con algunos de los boleros, sones, montunos y guarachas que interpretó con éxito en su juventud?
Nacido el 7 de mayo de 1914, en La Juanita, uno de los barrios más populares de Cienfuegos, Estanislao Sureda, Laíto, resultó uno de los más grandes soneros de Cuba. Su infancia fue muy difícil. Con diez hermanos conoció la miseria más terrible.
Senén Suárez, quien bien lo conoció, afirmaba que como consecuencia de su precaria niñez y juventud, Laíto creó un mecanismo de autodefensa que en muchas ocasiones dañó su imagen.
“Para compensar el hambre –recordaba Laíto – me entregaba al canto, que era lo mío; mi madre me apoyaba mucho. Dejé la escuela para hacer lo que quería y sobrevivir. Uno casi siempre empieza por la emisora local, para difundirse, eso fue en la CMHJ y ya con 25 años cantaba con todo tipo de grupos porque siempre fui muy inquieto y me movía de un lugar a otro”.
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