Valoración del sistema de acciones del proyecto Cultura entre las manos (IX)
23 de mayo de 2014
Por Yalena Gispert y Gladys González
El sistema de acciones que desarrolla el proyecto sociocultural Cultura entre las manos, intenta favorecer el acercamiento de nuevas colectividades al patrimonio habanero y nacional, a la vez que se propone responder a las principales demandas de los miembros de la comunidad lingüísticamente minoritaria de las personas Sordas, incidiendo en la elevación del nivel cultural de sus miembros, fomentando el desarrollo de la Lengua de Señas Cubana (LSC) y la inclusión social; ofreciéndoles plataformas posibles de actuación a fin de no reproducir las desigualdades sociales estructuradas que han definido su lengua y su cultura a través de los esquemas clasificatorios de la lengua dominante.
Por tanto el proceder que caracteriza cada una de las acciones de Cultura entre las manos, es muy consciente de que -de manera general- la solución de los problemas de un grupo vulnerable como el de las personas Sordas, es diferente cuando el análisis se da desde dentro del propio grupo de afectados, que cuando lo emiten personas sensibilizadas pero ajenas -por así decirlo- a la cotidianeidad de la comunidad en cuestión. Como ellos mismos confirman, las consideraciones de los protagonistas son máximas para el desarrollo del proyecto.
“Ha habido un gran esfuerzo por todas las personas que participan en esto porque buscan lo que a nosotros nos interesa, las propuestas que hacemos, lo que queremos conocer. Nosotros quedamos muy complacidos siempre con lo que se nos ofrece y es fundamentalmente, porque participamos activamente; se nos pregunta si nos gustó o no, para encontrar entre todos otra forma de llegar a nosotros si es que la que se usó no fue efectiva” – aseguró Jesús Barroso, persona Sorda de 61 años de edad, que cursó estudios hasta 12mo grado, habilitado como Mecánico montador y Pailero. Líder natural de la comunidad Sorda que durante varios años ha sido Presidente de la Asociación de Sordos de su Municipio de residencia, 10 de Octubre.
La relación intercultural estimulada por Cultura entre las manos garantiza el indudable enriquecimiento personal y colectivo, lo cual es posible porque, como afirma el MsC. Yoel Moya Pérez de Corcho, Sordopedagogo y Subdirector de Investigación y Desarrollo del Centro de Superación y Desarrollo del Sordo (CENSORD); “las acciones son concebidas, por primera vez, sobre la base del respeto a la diversidad comunicativa, cognitiva y cultural de la Comunidad Sorda Cubana y, específicamente la habanera”. Ya que en la puesta en práctica de las mismas “se garantizan todas las condiciones necesarias para que las personas que participan sientan la satisfacción de aprender y de disfrutar de espacios accesibles, además de propiciarles momentos de intercambio, de encuentro y de socialización de sus experiencias personales”, asegura Moya.
La línea de trabajo que propone Cultura entre las manos se inscribe en el respeto a la pluralidad cultural, fundamentado en el reconocimiento de la comunidad Sorda y su lengua. “Los organizadores del proyecto saben que las personas Sordas tenemos necesidad de encontrarnos, compartir en nuestra lengua y acceder a la información. Esta actividad logra cumplir todos estos anhelos porque nos toman en cuenta, escuchan nuestros criterios”, comentó la MsC. Miriam Meneses Volumen, persona Sorda de 50 años, Jefa del Departamento de Comunicación y el Grupo de Investigación Nacional de la Lengua de Señas Cubana (LSC).
De la misma forma Meneses, reconoce la participación de los Sordos como elemento de peso para pasar de ser productos de las circunstancias a ser actores, contribuyendo a la eliminación de las barreras de comunicación: “el proyecto en sí, los cursos de Lengua de Señas que se están impartiendo al personal que trabaja en los Museos del Centro Histórico, esos videos que estamos filmando y las otras actividades que se desarrollan, contribuyen a romper los muros comunicacionales con los que la comunidad Sorda se ha enfrentado históricamente, y lo que más nos satisface es que se hace desde nuestra visión”.
La Dra. Luisa América Toledo Martínez, Especialista en Sordos, Profesora Auxiliar de la Facultad de Educación Infantil de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, destaca también otras aristas de la comunicación como el diálogo y el intercambio para el reconocimiento. “Las personas Sordas participan realmente y no son solo entes pasivos. Participan en la planificación de estas actividades porque tienen la posibilidad de proponer lo que les interesa, sus necesidades. No se parte solamente de la proyección de quien lleva el proyecto sino que también ellos participan con los temas que consideran son importantes para ellos. Plantean sus inquietudes y el proyecto les da respuesta con acciones que realmente promueven en ellos el diálogo y el intercambio en su lengua. Acciones –continuó Toledo-, dirigidas a conocer el entorno y la cultura que despiertan el compromiso con las tareas que desarrolla el propio proceso de la zona”.
Satisfacer los intereses y aspiraciones de los Sordos exige la accesibilidad a la información, lo cual es norte del trabajo de Cultura entre las manos. Como asegura Meneses, “las acciones concebidas son una forma de vincular a los miembros de la comunidad con la cultura en general y muy específicamente en lo que concierne al patrimonio, lo cual es de mucho interés para las personas Sordas. Así podemos todos acceder a esa información en nuestra forma de comunicación que es la Lengua de Señas Cubana”, el elemento de comunión, su forma de comunicarse y conocer el mundo.
Cultura entre las manos es un espacio de cita, de reunión, de intimación como afirman miembros de la comunidad: “Yo asisto al proyecto por dos cosas, para ver a los Sordos y para aprender más. No vengo para que me anoten en una lista, ni por emulación, lo hago porque me interesa a mí”. Comentó Silvia Jiménez Gispert, persona Sorda de 61 años, miembro del grupo de Comunicación de la ANSOC y Profesora de Lengua de Señas Cubana, graduada de 12mo grado y vecina del municipio Plaza de la Revolución.
“Primero nos vemos en la Plaza de las palomas, muchos llegamos temprano y tenemos tiempo para saludarnos y conversar sobre algunas cosas, aunque también planeamos qué haremos más tarde.”- agregó Roberto Mesa, persona Sorda de 48 años, residente en el Municipio Playa. Graduado como Técnico Medio en Edificaciones, labora actualmente como Rotulador en el Instituto de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona de Ciudad Libertad. “Después del proyecto algunos van a hacer las cosas de la casa, otros se quedan paseando por La Habana Vieja, se toman un café o almuerzan una pizza cerca, y si nos descuidamos nos agarra la noche en el Centro Histórico. Otros se van por ejemplo para Coopelia. Algunos vienen solos y encuentran una parejita como cosa de la juventud para hablar de amor y de cualquier otra cosa. Es un día que generalmente se aprovecha al máximo”.
Continuará…
Galería de Imágenes
Comentarios