ribbon

En los títeres encontré un camino para revelar a México ( II )

6 de junio de 2014

|

Entrevista a Alejandro Jara, del grupo de Teatro Titiritipis, quien asistió al Taller Internacional de Teatro de Títeres 2014
Realizada el 25  de abril de 2014

¿Por qué cuenta la historia del nacimiento de los volcanes que bordean su ciudad natal?
Nací en el Distrito Federal. Cuando era chiquito veía desde mi casa los volcanes, ahora no se ven producto de la contaminación. Esas montañas son sagradas y alumbran la vida de los que viven en el Valle de México. Hay una parte mística que viene del volcán y llega hasta uno. Me preguntaba qué historia podía contarle a los espectadores, pensando que saldría de país con los títeres. Me preguntaba qué podría contar de ese México profundo, entonces recordé la leyendas de esos guerreros solares, hombre y mujer, que van hasta sus últimas consecuencias, que combaten a lo divino con su humanidad. Según la leyenda los dioses premiaron la voluntad humana y los convirtieron en esas dos hermosas montañas. Es una historia de amor tipo Romeo y Julieta.

Tengo noticias de usted organiza un Festival de Teatro de Títeres. ¿Cuáles son las características del evento?
Hace 30 años, cuando vivía en Tlaxcala, tuvimos la idea de hacer un Festival  en una tierra con tradición titiritera. Allí está la Compañía de Rosete Aranda, con más de 250 años haciendo títeres. Se han encontrado ahí vestigios de actividad titiritera precolombina. Había gente haciendo títeres allí pero se sabía de la importancia de los Rosete Aranda, y trabajamos con nuestros maestros para que se hiciera el Festival, que es de los más antiguos de América Latina. A nosotros, por protestar exigiendo mejores condiciones de trabajo para los titiriteros y  porque creció tanto el Festival, nos echaron. Entonces nos fuimos a Venezuela. Estamos en Aragua,  donde hace 5 años, Iraima y yo organizamos un Festival. Convocamos a profesionales y aficionados de Venezuela y a grupos internacionales. Empezamos con un Festival muy sencillo, que ha ido creciendo. Esperamos que suceda como en Tlaxcala, que nuestro Festival dio origen al Museo del Títeres, y ayude para que en ese maravilloso país que es Venezuela, surja un museo, que todavía no lo hay, y son muy importantes como receptáculos de una tradición tan antigua como es el teatro de títeres.
¿Cómo valoraría el teatro de títeres que se hace en América Latina?
Hay países como Bolivia que tiene muy pocos grupos. Ecuador tiene pocos grupos y son muy buenos. Aquí hemos visto La espada de madera, también está La rana sabia, que es emblemático en nuestra América. En Uruguay y Paraguay hay muy pocos grupos. En México son muchos, como en Argentina, sobre todo para adultos. En Colombia y Venezuela son muy buenos, en Brasil hay excelentes titiriteros. En cualquier lugar el títere llega para comunicarse con el alma del niño y con la del adulto, y los titiriteros saben cómo tocar las fibras de los seres humanos. En el títere como lenguaje milenario es una herramienta muy buena para sembrar un poco de amor y de paz que tanta falta nos hace desarrollar.
¿Pueden ustedes sobrevivir haciendo teatro de títeres?
Esto es un apostolado. Algunas compañías ganan dinero no para ser ricas sino para vivir holgadamente. Muchos titiriteros reducimos nuestras necesidades casi a cero, pero creo que ganamos en humildad. Esa vida sencilla que llevamos nos hace más sensibles para hablar con el espectador. Mi esposa y yo somos titiriteros, hemos pasado momentos difíciles, pero como dicen en México, no nos cosemos en el primer hervor, ya estamos en esto hace 40 años y no podemos cambiar. Ver aquí en Matanzas a un maestro como René que ha apostado por los títeres, nos dan fuerza y estimulan nuestra voluntad para que, al llegar a nuestra tierra, tengamos fuerza en el espíritu para llegar a la gente como podemos hacerlo.

En su conferencia demuestra que los títeres estaban en América antes que llegara Colón. Esa afirmación le da un vuelco a la historia.
No pretendo cambiar la historia, pero Hernán Cortés escribió títeres de su puño y letra en 1538, les mostré el documento.. Los investigadores nos zambullimos en la biblioteca con la ayuda de los maestros y encontramos maravillas como esas, y nuestro deber es difundirlas porque esa es nuestra razón de ser en este mundo. Saber que el títere está en América hace milenios nos da fuerzas para contribuir con esta herramienta a la espiritualidad de la humanidad, que lo necesita.

Galería de Imágenes

Comentarios



Alejandro Jara / 7 de junio de 2014

Quisiera agradecer tanto a la publicación cibernética HABANA RADIO como a MARILYN GARBEY Garbey la publicación de esta entrevista. La guardaré con mucho cariño en la sección de la Egoteca Personal donde están los escritos hechos con el corazón. Mil gracias.