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Ucrania y los nazis actuales

10 de abril de 2014

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La irrupción en suelo ucraniano de elementos nazis capaces de protagonizar hechos vandálicos, asesinatos de todo tipo, quema de instalaciones públicas y golpe de estado, reflejan un ambiente de crisis sistémica importado de los centros de poder norteamericano y europeo.

Lo peor de todo, en el caso de Ucrania, es que quienes realizaron esas acciones no se diferencian mucho de quienes lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial, que tantos millones de vidas costó precisamente a Europa.

¿Estará involucionando el llamado mundo occidental?

Sabiéndose que es así, es la única forma de entender que tanto Estados Unidos como la Unión Europea hayan estimulado, financiado y amparado a esos discípulos nazis cuyos nombres y currículos circulan por redes sociales y hasta se han publicado en uno u otro medio de comunicación.

Un análisis publicado por la red informativa Voltaire, se refiere al hecho y señala que esos mismos individuos son ahora parte del nuevo gobierno ucraniano, avalado y reconocido por las potencias de la OTAN.

Refieren que el 22 de febrero los activistas y los matones de la agrupación Euromaidam entraron en acción recurriendo a la violencia armada, violando leyes, hasta perpetrar el golpe neonazi.

En esas circunstancias, Washington y Bruselas proclamaron al mundo que Euromaindam era una aspiración pacífica del pueblo ucraniano. ¿Qué les parece?

Entre otros hechos probados y salidos a la luz pública, estos elementos neonazis apoyados por Occidente, quemaron vivos a agentes desarmados de las fuerzas antimotines (Berkuts); o los mutilaban a golpes y hubo casos en que hasta le sacaron los ojos.

De igual forma tomaron por asalto centros administrativos, humillaron a las autoridades locales y saquearon los arsenales de la policía y el ejército en el oeste del país.

Refiere el análisis de la red informativa Voltaire que pusieron francotiradores apostados en lo alto de los edificios, quienes asesinaron fría e indiscriminadamente a policías, manifestantes y toda persona que pasara por allí.

Tanto Estados Unidos como Europa en su apuesta por desestabilizar Ucrania para acercar sus cohetes a Rusia, alimentó a los grupos nacionalistas más extremos, y estimuló el papel de la iglesia uniata (iglesia greco-católica de rito oriental). En este último caso se usó a esta congregación religiosa para sabotear los estrechos lazos de los cristianos ortodoxos ucranianos con sus similares de Moscú.

Dice el reporte noticioso que Mijailo Arsenich, cura de la iglesia uniata de la región de Ivanov-Frankovsk, había dicho en su prédica: “Ahora estamos listos para la revolución y los únicos métodos eficaces de combate son el asesinato y el terror. Queremos estar seguros de que mañana no venga un solo chino, ni un negro, ni un judío ni un moscovita a confiscarnos nuestra tierra”.

De igual manera los gobiernos occidentales encabezados por el de Estados Unidos, no han escatimado el respaldo financiero dado a grupos paramilitares creados para imponer el terror en Ucrania, como ocurre con Svóboda y otras agrupaciones nacionalistas extremas, en las que están presentes matones que participaron en la guerra de Chechenia y en otros sitios de los Balcanes.

El trabajo de Voltaire identifica a quien denomina “uno de los más abyectos combatientes de Chechenia, Alexander Muzychko, también conocido como jefe de la pandilla de delincuentes que encabezó, bajo el nombre de “Sasha Biliy”, quien dirige hoy una de las brigadas del Pravyi Sector, el grupo radical que más a la vista estuvo en el golpe de estado de Kiev.

Estos ejemplos nos hace recordar otros terroristas formados y financiados por Washington, como el caso de Osama bin Laden, a quien primero usaron contra la Unión Soviética en Afganistán y luego asesinaron en extrañas circunstancias en Paquistán.

Ahora, de manera evidente, también el gobierno de Estados Unidos ayuda al financiamiento y proporciona armas a grupos radicales vinculados a la red terrorista Al Qaeda, que han sembrado el terrorismo en Siria. Y Europa acompaña a Washington en esa hipócrita y sucia tarea.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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