Edificio Barraqué
28 de marzo de 2014
|En los terrenos de la antigua casa del marqués de Esteban, entonces Cuba Nº 84, el famoso abogado y notario, Jesús María Barraqué, mandó a construir, en 1918, un nuevo edificio con el propósito de rentar sus oficinas y utilizar además algunas para su bufete particular. Lo hipotecó para conseguir otras fincas colindantes, hasta reunir un área de más de 2 000 m cuadrados, incluyendo el solar de la esquina de 856 m cuadrados, lo que le otorgaría al nuevo inmueble mayor rango a escala urbana. Inicialmente, el proyecto constaría de 6 pisos, pero durante el proceso de construcción se le añadió 2 pisos más, uno de los cuales se reservó a vivienda del propio Barraqué. La construcción, de una superficie de 5 873 m cuadrados, se hizo en 16 meses, en septiembre de 1919 la obra estaba terminada. Fue construido por la reconocida empresa Purdy and Henderson, con una estructura de cemento armado y paredes de ladrillo, y en la fachada, piedra artificial. La dirección facultativa corrió a cargo del arquitecto Manuel Gamba. La altura total alcanzada del edificio Barraqué fue de 32, 90 m.
El diseño arquitectónico siguió el estilo de muchos edificios comerciales, administrativos y de servicio público en general construidos en esa época, especialmente los destinados a la función bancaria. En ellos, como invariantes a nivel de fachada se destacan el uso de columnas colosales que en muchas ocasiones iban del basamento a la cornisa, la ornamentación concentrada en el primer piso mientras el resto es tratado como un elemento unitario caracterizado por la limpieza decorativa, con amplios ventanales sin balcones, y para cerrar la composición, un gran ático remata el edificio a manera de cornisa. Se concibieron como una gran columna, con un tratamiento diferenciado en cada una de sus partes esenciales como el basamento, el fuste y el cornisamento. A la vez, se realizaron las modificaciones necesarias para la altura de los puntales de manera que permitieran una mejor ventilación e iluminación, afectadas por la estrechez de las calles y el clima cálido de la Isla la mayor parte del año. Para el acceso a los pisos superiores, a un lateral del edificio, se colocaron las escaleras y los elevadores eléctricos.
De este modo, el edificio Barraqué está formado por tres cuerpos: el primero que corresponde a la planta baja, forma el basamento del edificio, de un puntal de 6,50 m, diferenciándose del resto por el almohadillado de su paramento; el segundo está compuesto por cuatro pisos separados del tercero por una moldura. Una prominente cornisa venía a cerrar el sexto y último piso del proyecto original, pero como luego se le sumaron dos más, quedó en una posición arbitraria que rompe la armonía al conjunto.
En 1919 se instalaron en él, además de otras oficinas en el segundo y sexto piso, el Banco Mercantil Americano, institución de crédito fundada por esa fecha para la inversión de agricultores y comerciantes. Los pisos superiores del edificio Barraqué, excluyendo el último reservado para residencia de su propietario, estaban ocupados por las oficinas de la Cuban Cane Sugar Corporation. El segundo, tercero y cuarto piso estaban destinados a las oficinas generales de contabilidad, y el quinto a los departamentos de Secretaría y Caja y los despachos del administrador general. Después fue alquilado por completo para Renta de Lotería.
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