Edificio Prieto y Hermanos
28 de febrero de 2014
|El Edificio Prieto y Hermanos, ubicado en Muralla 474, entre Bernaza y Cristo, es uno de los ejemplos más significativos en La Habana Vieja, símbolo de la de especulación urbana de que fue objeto la parte más antigua de la ciudad en las primeras décadas del siglo XX. Para quienes encontraron en este negocio un medio fácil de enriquecimiento, la multiplicación de los pisos en las construcciones vino a ser un escalón más en el modo de hacer fortuna tanto para los propietarios urbanos rentistas, como para los propios constructores. De muchas maneras se burlaron las ordenanzas constructivas para conciliar intereses de todo tipo, mientras la ciudad saltaba hacia la modernidad de las grandes ciudades europeas o norteamericanas con sus primeros rascacielos.
Así, se levantaron edificios con mayor número de pisos que el permitido, dada la esctrechez de las calles habaneras, y se retornó la antigua costumbre de las paredes medianeras para aprovechar al máximo el tamaño de la parcela, encarecida para entonces.
Una de las firmas más emprendedoras de estas iniciativas fue la de los arquitectos Rafecas y Toñarelli, constructores de más de setenta “edificios modernos”, como los anunciaba la prensa de la época, especialmente de residencias elegantes en el Vedado. Precisamnete, resaltando el tamaño de las nuevas edificaciones “con los que por ahora baten el record de altura en los edificios habaneros”-decía una crónica de 1919-, “se encuentran terminando el edificio Gómez Mena y el de los señores Prieto y Hermanos en Muralla 98, que son las construcciones particulares más elevadas que conocemos en la ciudad”. El edificio para el Banco Gómez Mena, en Obispo y Aguiar, llegó a alcanzar los nueve pisos y el de la firma Prieto y Hermanos, siete. El articulista de Los grandes edificios modernos, refería sobre el mismo: “con su atrevida fábrica que domina todas las construcciones próximas, es el que más contribuye a la transformación y modernismo de la antigua Puerta de Tierra”.
El edificio Prieto y Hermanos estaba destinado a los grandes almacenes de sedería que poseían sus propietarios, dedicados a la importación de tejidos. Para ampliarlos, hicieron construir esta enorme finca, que también utilizaron para despachos mercantiles dispuestos a la renta.
El inmueble ocupó un área de 320 m², con una superficie total de 1 928 m². Fue ejecutada en 26 meses, entre julio de 1918 y septiembre de 1920, y alcanzó una altura total de 31, 31 m.
La fachada se distribuye en tres cuerpos, donde la planta baja, con un puntal de 5,28 m, forma la primera sección, con sendas puertas de menor tamaño que la principal, una de las cuales daba directamente a los ascensores y a las escaleras, solución muy frecuente en los edificios de este tipo, en los que se accedía seguido de la calle a los niveles superiores. El resto de los pisos forman una pieza única, a modo de bloque continuo, ornamentado sólo en las ventanas y con algunos elementos decorativos en general, propios de la arquitectura ecléctica de esos años, y rematado por un alero.
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