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Edificio Muñoz

14 de febrero de 2014

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Edificio Muñoz

Edificio Muñoz

 

El desarrollo de las fuerzas productivas, que se da en los primeros años del siglo XX, motivó el aumento del número de empresas, y con ello, dificultó la situación de administrar la producción, la venta y la banca en la Isla, y con más énfasis en la capital. Sin dudas, el surgimiento de los edificios comerciales está muy ligado al proceso histórico de la economía cubana y a las formas de producción capitalista a las que esta se había sumado entonces.
Los nuevos contenidos, como los administrativos, financieros, y de almacenamiento, necesitaban una nueva respuesta arquitectónica ajustada a su demanda cada vez más creciente. Así, modernas empresas con diferentes categorías de empleados y numerosas oficinas nacen en el seno de la ciudad antigua. Una de estas novedosas fábricas, levantadas al calor de la fiebre constructiva de esta etapa, fue el llamado Edificio Muñoz.

Edificio Muñoz

Edificio Muñoz

Situado en la esquina de Obrapía y Cuba, fue mandado a construir por su propietario, el señor R. María Muñoz, para destinarlo a oficinas para el arrendamiento.  Obrapía fue otra de las vías preferidas por los comerciantes y banqueros, después de la de Aguiar, para erigir los nuevos símbolos de poder económico. A mediados  de 1919, se retiraban  los andamios de la edificación y algunos detalles decorativos del interior se concluían. Antes de su inauguración, casi la totalidad de sus pisos estaban solicitados por el público, muestra de lo necesario que resultaban para La Habana este tipo de edificios a disposición de las empresas mercantiles, máxime si contaba con una estratégica ubicación y un diseño arquitectónico hermoso y funcional.
El edificio consta de seis plantas, con dos fachadas que abarcan las dos calles, solucionando la esquina con un chaflán donde quedó ubicada la entrada principal. La misma se destaca por su gran puerta ornamentada y el frontón curvo que la remata a nivel del primer piso. La fachada es de piedra artificial, color rosado oscuro, que le otorga un aspecto severo y elegante, muy propio para la función que albergaría. Los trabajos corrieron a cargo de la célebre firma norteamericana Purdy and Henderson. La puerta por la calle de Cuba, que da acceso a los ascensores, fue también exquisitamente tratada.
Formalmente, el edificio evoca la arquitectura de la Escuela de Chicago. Está compuesto por tres cuerpos: el primero, corresponde al piso bajo; el segundo cuerpo, lo forman los siguientes cuatro pisos, separados del sexto por una gran moldura; y un colosal cornisamento remata la edificación, como si su lectura fuese la de una monumental columna.

Edificio Muñoz

Edificio Muñoz

La planta baja se concibió a partir de un gran salón, alrededor del cual se distribuyeron en un inicio las oficinas. En los pisos restantes, los departamentos se organizaron a lo largo de las dos fachadas principales y una de las paredes laterales, enfrentada a un ancho pasillo. Al centro tenía un salón que fungía a veces como vestíbulo común para los despachos.
Después de la década del sesenta, el Edificio Muñoz fue la sede de varias direcciones del Poder Popular. En la actualidad, acoge diversas dependencias del Ministerio de Finanzas y Precios.

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