Reseñas de un revolucionario método para bajar de peso (II)

8 de noviembre de 2013

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Diana García García

Todo el que conoce la frustrante realidad de estar en constante batalla contra la ganancia de peso, sin conseguir mantenerlo a raya por mucho tiempo, a pesar de todo el esfuerzo y el sacrificio que se invierta, entenderá por qué no resulta fácil creer en un método para bajar de peso cuyo primer enunciado lanza la invitación de “transformar el cuerpo sin hacer dietas”.
Esto es lo que sucede al oír hablar del “método Gabriel”, llamado así por el nombre de su creador, Jon Gabriel, un estadounidense radicado en Australia, que pasó de tener un cuerpo de 186 kilogramos, a tener uno atlético de 80 kilos en solo unos cuantos años, luego de  comenzar a poner en práctica su asombrosa metodología.
A pesar de la tendencia inicial a la incredulidad que puede generar el método Gabriel al conocerlo por primera vez, el haber sido concebido por un hombre que vivió muchos años inmerso en más de 100 kilos de grasa producidos por malos hábitos alimenticios, mal manejo de las emociones, dietas restrictivas y atracones de comida, y que al final, después de mucho estudiar su cuerpo, aprendió cómo resolver su problema, transformar su figura e incrementar la energía vital para atreverse a vivir la vida que siempre soñó, consigue generar gran empatía y lo hace propenso a ganar adeptos, ya que el perfecto conocimiento de las emociones, los pensamientos, las creencias y dificultades para enfrentar el mundo que sufre una persona con obesidad, hacen posible que el lector se vaya dando cuenta, a medida que se avanza en su estudio, cómo muchos puntos de la historia de Gabriel resultan coincidentes, logrando identificarse con su caso de una u otra forma y llevándolo a concluir que si él lo logró, cualquier otra persona también puede hacerlo.
Con una historia enmarcada en un sobrepeso de más de 100 kilogramos, un trabajo sedentario, una dieta rica en toda clase de comida poco saludable y mucho estrés, Jon Gabriel llegó a un momento en su vida de absoluta lucidez, en que se dio cuenta de que por más dietas que hiciera no iba a adelgazar porque su cuerpo quería estar gordo y por alguna razón engordaba a pesar de todos los esfuerzos que hacía conscientemente para evitarlo. De este modo decidió averiguar cómo funcionaba su cuerpo y cuáles eran los mecanismos fisiológicos que no le permitían estar delgado.
Luego de convertirse en un experto en materia de nutrición, Jon Gabriel estableció su teoría sobre el por qué algunas personas engordan mientras otras permanecen delgadas naturalmente, explicando esta diferencia a través de la existencia de ciertos programas genéticos, llamados por él “programas FAT” (hambruna y temperatura), que al ponerse en marcha en el organismo son los responsables del almacenamiento de grasa en el cuerpo como un mecanismo de supervivencia. Así mismo, expuso las razones por las que el cuerpo puede “querer estar gordo” cuando decide que esta es la mejor manera de mantenerse a salvo y acotó la solución para perder peso contraria a lo que establecen los programas convencionales de adelgazamiento, basada no en esforzarse ni luchar contra el cuerpo, sino en averiguar qué pone en marcha los programas FAT y en conseguir que nuestro propio cuerpo los “desconecte”.

Continuará.