La celosa

8 de noviembre de 2013

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Rolando Aniceto

Ya  me he referido en estas páginas al celoso, hoy voy a tratar acerca de la celosa, personaje tan sufrido como el primero, y me voy hasta finales del XVlll, con un clásico ejemplo de celos femeninos.
En 1745 el capitán de dragones don Diego de Hinojosa conoció a la señorita Rita María de Rojas, de 25 años, descendiente de uno de los primeros vecinos de la Villa, quien no era bella pero tenía mucho dinero.
Don Diego andaba en malos pasos con Cándida, una linda criolla de 19 años y de dudosa moralidad, quien nada tenía que ver con su nombre.
En una ocasión, María los sorprendió a la entrada de la iglesia del Cristo del Buen Viaje, y Cándida le espetó en pleno rostro: “Cuidado si es fea la señorita”.
María corrió hasta su casa en la calle de la Amargura, cargó una pistola con balas de sal, regresó a la iglesia y le disparó a su rival en pleno rostro. Era el 22 de mayo de 1745.
Días después volvieron a encontrarse en la iglesia, y la jovencita dijo a Rita María: “Dice Diego que estoy más linda que nunca, pues estos lunares que me ha grabado la pistola me hacen mucha gracia”.
La ofendida, atacada por los celos, volvió a su casa y cargó su pistola, pero esta vez con balas de verdad, regresó a la iglesia y disparó su arma contra el corazón de Cándida.
María se salvó del patíbulo debido a su dinero e influencias, pero perdió su libertad y su amor.