El Inventario íntimo de María Eugenia

29 de octubre de 2013

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Estrella Díaz

Fotos: Cortesía de la autora
María Eugenia López Rossitch es una arquitecta cubana que ahora se nos revela como delicada e indagadora fotógrafa: Inventario íntimo es su primera exposición personal que hasta el 30 de noviembre puede disfrutarse en la galería del entresuelo del Palacio del Conde Lombillo, en La Habana colonial.

La muestra está compuesta por 17 fotografías —impresas digitalmente— de pequeño y mediano formato y concebidas sin emplear ningún medio tecnológico sofisticado ni apoyarse en fuentes auxiliares de luz: en otras palabras es fotografía sin manipulación.
En conversación exclusiva con el espacio Luces y sombras de Habana Radio, comentó María Eugenia que esta exposición tiene sus antecedentes: “la carrera de arquitectura te obliga a auxiliarte de diversos soportes para tomar referencias o para documentar el proceso no solo para un edificio sino también para la planeación urbana, por ejemplo”.

Recordó que en los últimos años ha trabajado en la promoción de la obra del pintor y fotógrafo Arturo Montoto, de quien dijo “es un artista muy meticuloso con el manejo de las técnicas, y gracias a esa cercanía comencé a entender que la cámara tiene en sí misma su propia fascinación”. Considera que comenzó a sentir la necesidad de dialogar con su entorno a través de imágenes y no solo con palabras: “así nació la fotógrafa”.
Inventario íntimo es una muestra cuidada hasta el detalle, algo que caracteriza el quehacer de la artista, una mujer que se confiesa “contemporánea”, pero que tiene “ataduras”. Afirmó que la exposición se concretó en un momento especial de su vida en el que afloraron sentimientos encontrados y, sobre todo, “la necesidad de libertad y de transgredir determinados límites.

Como mujeres tenemos un montón de fronteras sicológicas y sociales. A veces son auto-límites, trabas y talanqueras que nos imponemos nosotras mismas que van definiendo y determinando el lugar donde vivimos o hacia donde estamos”, dice.
Confiesa sentirse admiradora de fotógrafas como Cirenaica Moreira y Martha María Pérez, quienes “han abordado el tema femenino con mucha valentía e, incluso, han empleado como pretexto sus propios cuerpos. Yo he hecho una evocación de ese cuerpo y me ha inspirado en la tenacidad de esas mujeres que han peleado, consolidado y dado continuidad a su trabajo”.

En Inventario íntimo todos son “detalles macros” y están captados con un colorido desbordante y –según María Eugenia– son como contenedores, recipientes que están cerrados y no queda claro si esos objetos quieren salir o nosotros queremos entrar: “elementos repetidos, ordenados o desordenados, tejidos, bordados, cuentas, materiales frágiles o rudos, rígidos o flexibles, transparentes u opacos, sensuales y absolutamente femeninos son los protagonistas de este imaginario. La mayoría son objetos que he fabricado o conservado en diferentes etapas, pero que parecen estar siempre simulando transgredir el escenario, la vidriera, el límite en el que han sido colocados”, concluyó.