¿Envían los árboles señales de auxilio a las aves cuando son atacados por insectos?
18 de octubre de 2013
|Pues sí, ni más ni menos, lo hacen, envían “señales de socorro” a las aves insectívoras para que vengan en su ayuda cuando son atacados por insectos fitófagos.
¿Y cómo comunican los árboles afectados su necesidad de protección?
Bueno, varios investigadores de la Estación Experimental de Zonas Áridas (EEZA-CSIC) española y del Centro de Ecología Terrestre (NIOO) de los Países Bajos, han descubierto que las aves insectívoras (que se alimentan de insectos) se sienten atraídas por los árboles infectados por orugas de mariposas y además, han desentrañado el mecanismo responsable de este comportamiento.
Ante el ataque de las orugas, las plantas afectadas desarrollan una respuesta de defensa que incluye la liberación de compuestos volátiles que las aves insectívoras son capaces de detectar y así encontrar a sus presas (los insectos). Señalan los investigadores que este fenómeno se había estudiado en artrópodos depredadores, pero apenas en aves insectívoras, a pesar de que estas son uno de los depredadores más importantes de insectos.
En la investigación se utilizó al ave insectívora llamada carbonero común, Parus major. Este animal es una especie de ave paseriforme de la familia Paridae. Es una especie ampliamente distribuida, siendo muy común en Europa y Asia, en bosques de todo tipo. Es sedentario, y la mayoría de sus individuos no son migradores. Su alimentación consta, básicamente, de insectos y semillas. Los insectos los captura en la corteza de los árboles, o en el suelo, escarbando con el pico bajo la hojarasca. Dicen los ornitólogos que es un ave bastante agresiva y capaz de defender tenazmente su alimento.
A los carboneros utilizados en la investigación los dejaron elegir entre árboles infectados por orugas de lepidópteros y otros árboles no infectados. Además, en los experimentos quitaron cualquier resto químico de las orugas para poder concluir que las aves eran atraídas por las señales químicas que emiten los árboles, y no por ninguna señal dejada por las larvas de mariposas.
Los resultados mostraron que los carboneros comunes son capaces de discriminar entre árboles infectados por orugas y árboles no infectados, ya que se observó que las aves visitaron por primera vez los árboles infectados y además realizaron un mayor número de visitas a los árboles que tenían orugas que a los árboles no infectados.
Las aves se sintieron atraídas por los árboles infectados incluso cuando, justo antes del experimento, los investigadores retiraron las orugas y las hojas dañadas por ellas. Esto demostró que las aves reciben una señal de los árboles infectados para reconocerlos.
Se observó que los árboles infectados y no infectados difirieron tanto en la emisión de compuestos volátiles, como en la coloración de las hojas. Por lo tanto, se puede pensar que tanto la vista como el olfato de los carboneros podrían estar implicados en la discriminación que hacen las aves.
Esto llevó a los investigadores a diseñar otro experimento para conocer qué tipo de señal usaban las aves. En este nuevo experimento les ofrecieron a los carboneros ambas señales aisladas y observaron que la atracción por los árboles infectados se mantuvo cuando las aves pudieron únicamente oler los árboles, pero no cuando solo podían verlos. De manera que concluyeron que las aves pueden oler qué árboles están infectados gracias a las diferencias en los compuestos químicos emitidos por las plantas.
Todo es beneficio. Este comportamiento supone un beneficio para la planta, ya que las aves insectívoras son grandes depredadores y les ayuda a librarse de los insectos. Para las aves, usar las señales químicas de las plantas infectadas también es beneficioso, ya que le proporcionan información acerca de la fuente de alimentación. Esto es especialmente determinante en periodos de cría donde las aves no solo deben encontrar comida para ellas, sino también para sus polluelos.
Beneficio para el control biológico. Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de considerar a las aves insectívoras en el control biológico de plagas. Esta habilidad de las aves insectívoras para utilizar las señales químicas de las plantas es muy importante, teniendo en cuenta que las tasas de depredación de estos animales son mucho más altas que las de otros artrópodos depredadores de insectos plaga.
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.
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