Un toque de melancolía
1 de octubre de 2013
|La literatura policial, en Cuba, desde hace varias décadas, goza de enorme arraigo entre lectores de diversas generaciones. Ahora, a inicios de un nuevo siglo y milenio, los cuentos y las novelas inscritos en el género, no han dejado de despertar el interés y la curiosidad del público tanto adulto como infantil y juvenil.
No es extraño, por ello, que el anuncio de la aparición de un nuevo libro policial cree expectativas entre los numerosos seguidores del género. Como sucede, ahora, con la publicación de la novela titulada “Un toque de melancolía” (Ediciones Unión, 2013, 360 pp), de la autoría de Germán Piniella.
Encuentro de culturas, conspiración, sexo y traiciones, afloran en el entramado de este relato, que cuenta una apasionante historia de aventuras y desventuras –centrada en la búsqueda de un mítico grabado de Alberto Durero–, que se inicia en 1527, durante el nacimiento del Renacimiento alemán, y que concluye en la Cuba de esto tiempos.
Germán Piniella conoce, y emplea inteligentemente, los recursos que caracterizan las obras del género. De ahí que, con pericia, habilidad y oficio, sabe cómo manejar la intriga y el misterio, cómo armar una historia creíble de principio a fin y cómo concebir los personajes que le permitan mover los hilos de la trama.
Narrador, periodista, traductor literario y crítico musical, Germán Piniella (La Habana, 1935) es autor del libro de cuentos “Otra vez al camino”, finalista del Premio David; del texto de cultura culinaria “Comiendo con Doña Lita”, en colaboración con Amelia Rodríguez, y de la antología de jóvenes narradores y poetas cubanos “Punto de partida”, preparada en coautoría con Raúl Rivero.
Actual editor asociado de la revista bilingüe en Internet “Progreso Semanal”, Germán Piniella, por su labor en el campo de la publicidad y el marketing, recibió de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales el Premio Espacio en reconocimiento a la obra de toda la vida.
“Un toque de melancolía” –comenta el periodista y narrador Hugo Luis Sánchez– “con seguridad se encuentra entre las mejores novelas policíacas que se han escrito en Cuba hasta el presente. Su mérito mayor radica en la inteligencia y, por ende, en el respeto a la inteligencia del lector. Las soluciones son inesperadas, ingeniosas y creíbles”.
Criterio coincidente con las palabras del también periodista y narrador Eduardo Heras León, quien afirma que es una obra con “un interesantísimo argumento que cumple a plenitud con los presupuesto de una novela del género: intriga, misterio, crímenes y solución verosímil, lo que (…) la convierten en una notable muestra del alto grado de profesionalismo y creatividad del autor”.
Con esta novela, Germán Piniella presenta sus cartas credenciales en el panorama de la literatura policial cubana contemporánea. Su incorporación al género, como es fácil comprobar, no defrauda a lectores y críticos. Solo queda, por ello, esperar nuevas incursiones que le permitan al autor contar otras historias tan sugerentes y subyugantes como la narrada en “Un toque de melancolía”.
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