Autoestima
30 de agosto de 2013
|Dentro de todas las ideas e imágenes que se forman dentro de nuestra mente, esta precisamente el auto estima, de gran importancia por la influencia que ejerce sobre nuestros comportamientos, que no es más que la idea o imagen que nos hemos formado de nuestra propia persona, y en la que también determina, las opiniones que tienen los otros sobre nosotros, y en parte, producto de una elaboración propia que hacemos, principalmente, a partir de la edad juvenil.
La formación del concepto y valoración de sí mismo comienza muy temprano en la niñez, de una manera vaga, imprecisa, indefinida, como reflejo de la opinión y valoración social de las personas cercanas significativas, en este caso, los padres, parientes, maestros y amigos entre otros. Hacia la adolescencia se desarrolla un nivel superior de conocimiento y valoración de sí mismo, cuando el joven, motivado por la necesidad de saber quién es y quién quiere ser, elabora una opinión y estimación propia, independiente de su propia persona, basada en la autorreflexión sobre sus vivencias, experiencias y actividades.
Otra fuente importante que influye en el concepto y valoración de sí mismo es la observación y valoración que hacemos de los demás y la comparación de ellos con uno mismo.
Podría preguntarse entonces: ¿Qué se entiende realmente por autoestima? Lo primero que hacemos en el mundo es estimar, valorar, apreciar las cosas que encontramos como buenas o malas, bellas o feas, amables u odiosas, etc. Y lo primero que estimamos en el mundo es nuestra propia persona, que es lo que llamamos autoestima y así nos estimamos a nosotros mismos como inteligentes o torpes, emotivos o controlados, persistentes o inconstantes, etc. Quizás el aspecto más importante de la personalidad de cada uno es el concepto y valoración que tenemos de nosotros mismos, el que influye mucho en nuestra vida y comportamiento. El mejoramiento de uno mismo dependerá en gran medida del mejoramiento del concepto y la valoración que tengamos de nosotros mismos.
En realidad no nacemos con un auto estima formada, no se hereda genéticamente sino que se va formando en el propio proceso de conformación y desarrollo de la personalidad desde las mas tempranas edades. En su formación determina la satisfacción o frustración de las necesidades, que son la esencia del comportamiento humano. No nacemos con una auto estima alta o baja, se va formando en el transcurso de nuestra propia historia individual, así, la autoestima mejora cuando se satisfacen las necesidades y se empeora cuando no se maneja adecuadamente el proceso de frustración ante el no logro de lo esperado en nuestras necesidades y aspiraciones.
Todos conocemos que hay dos clases de necesidades humanas, las materiales y las espirituales y la satisfacción o no de ambas o la forma en que afrontemos cuando no son satisfechas son determinantes para el desarrollo y mejoramiento de la autoestima.
Por supuesto, la necesidad de aprobación y reconocimiento social, lo que llamamos el éxito social es determinante en el crecimiento de los niveles de autoestima, pero depende de la valoración ajena y del criterio de los demás y la otra forma es la que se propicia por nosotros mismos, por nuestra conciencia, la que esta prescrita por nuestra propia autovaloración y que solo puede lograrse a partir de nuestros esfuerzos personales. Esta forma de elevación de la autoestima es muy importante, precisamente por ser nuestra autovaloración y por ende, más autentica.
Independientemente de que las dos contribuyen a la elevación de la autoestima, usted debe tener claro que una de ellas depende de la valoración ajena, por lo que no es responsabilidad suya, mientras que la segunda, esa si depende de usted, de su autovaloración y auto aprobación, auto aceptación, auto amor, auto seguridad y es aprobada por su propia conciencia, por lo tanto, es una responsabilidad exclusivamente suya. Está dentro de su control porque es el resultado de la satisfacción de sus necesidades superiores de desarrollo, de autorrealización y creatividad.
La autoestima es quien rige en gran medida nuestras acciones, nuestros comportamientos encaminados a la satisfacción de nuestras necesidades, que a su vez, es lo que nos permite desarrollarnos física, psicológica y socialmente.
A partir del auto concepto que tengamos de nosotros mismos, que obtuvimos precisamente del auto conocimiento y de los niveles adecuados de auto respeto y auto amor, temas ya tratados en semanas anteriores, así como de un efectivo nivel de asertividad, es que podremos desarrollarnos adecuada y armónicamente en nuestro vivir cada día y lo que le permitirá alcanzar un relativo nivel de autorrealización, lo que justifica que el desarrollo y superación humano comienzan por el mejoramiento de la autoestima, como fundamento de la autorrealización y del desarrollo pleno de uno mismo.
Es el auto estima una de las herramientas fundamentales, sobre todo en el momento de asumir los mas diversos problemas, conflictos y dificultades que se nos puedan presentar en la vida, por ello, les propongo continuar conversando sobre este tema la próxima semana.
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