¿Quién soy yo?
26 de julio de 2013
|Conocerse a sí mismo y en particular saber cuáles son nuestras emociones más habituales suele ser uno de los retos más difíciles al que nos tenemos que enfrentar, aunque la mayoría de nosotros creemos que nos conocemos muy bien, y alguno de ustedes han arrugado la nariz en señal de desaprobación con esto que estoy diciendo ¿Cómo no me voy a conocer? Te estás preguntando. Pues reafirmo lo que dije, y mi explicación es sencilla; por creer que no hay nada que podamos ocultarnos a nosotros mismos no nos dedicamos a desarrollar la autorreflexión, el autoanálisis, en pocas palabras; revisarnos por dentro para saber si esa persona que vemos todos los días reflejada en el espejo es tal y cual creemos, aunque con esto no estoy diciendo que tu eres un perfecto desconocido para ti, porque esto sería tonto, lo que digo es que siempre tenemos áreas desconocidas que están solapadas para uno mismo pero que se manifiestan de alguna manera y que los demás si las ven, la sienten y hasta las sufren si son negativas, o por el contrario, tenemos virtudes que desplegamos para beneficio de los que nos rodean y que los demás reconocen. Para comprobar esto, y para empezar con la tarea del saber quiénes somos o del autoconocimiento, hagamos un ejercicio: Escoge a varias personas que te sugiero que sean entre cinco y seis con las que tienes diferentes tipo de relación, que puede ser tu jefe en el trabajo, tu subordinado, tu esposa o esposo, un amigo, un vecino, un hermano o cualquier otro y dile que escriban (la gente es más sincera cuando no tienen que decir las cosas cara a cara) cinco virtudes y cinco defectos tuyos, y permíteles que te entreguen la lista al otro día, para que tengan tiempo de pensar y al mismo tiempo también tú has lo mismo, o sea escribe las cinco características negativas y positivas que autorreconoces. Para que te ayuden sin reserva, diles que no pongan su nombre y si quieren que lo escriban a máquina o lo impriman que andamos en la era de los ordenadores y que de ninguna manera es para tomar represalias, sino que es un ejercicio que te mandó una psicóloga amiga tuya y por supuesto que cumplirás con lo que dijiste y NO PEDIRÁS EXPLICACIONES NI TE ENOJARÁS CON LO QUE DICEN DE TI .Después, cuando tengas las listas y con tranquilidad, cuando estés relajado y bien dispuesto, has un trabajo y compara todas las listas con la tuya y en otro papel escribe las características coincidentes que los otros ven en ti y las que tú mismo reconoces, y las otras, o sea, las que los demás ven en ti y que tú no habías notado las escribes en MAYÚSCULAS. El resultado será muy variado, por supuesto, y lo importante es lo siguiente: si hay más coincidencias que divergencias entonces tienes un buen comienzo porque puedes decir que te conoces bastante bien, y si las coincidencias son absolutas – lo cual hasta el día de hoy nunca he visto- entonces eres un genio en conocerte. Ahora bien, lo más importante son las divergencias que escribiste en mayúsculas y en particular las negativas con las cuales vas a empezar a trabajar y el primer paso es empezar a reconocer ante que situaciones, problemas, hechos es que manifiestas esas emociones, conductas negativas que no son útiles, y digo que es el primer paso porque para transformar algo, es menester ante todo RECONOCER las deficiencias. Pero esto no queda aquí, porque con aquellas virtudes que los demás ven en ti y que no habías notado vas a pensar cuando te acuestes, lo cual te dará alivio y agrado, así que ¡felices sueños!
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