Un mensaje a los incrédulos…
28 de octubre de 2024
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Joe Bien, todavía es presidente de Estados Unidos, y lo será por poco menos de 90 días.
Espacio y tiempo en que, por lo general, muchos mandatarios estadounidenses deciden —para bien o generalmente para mal—, lo que no hicieron durante los cuatro años en la Casa Blanca.
También el demócrata, una vez fuera del recinto presidencial, podría ser recordado como entre los más implicados en guerras, armas, sanciones y otros «vicios» de quienes se consideran dueños del destino de la humanidad.
No es de extrañar entonces que el presidente Biden haya ordenado la víspera, el envío a Israel, su socio genocida, de un sistema de defensa antimisiles THAAD y a las tropas que lo operarán.
Una sola batería THAAD cuesta 800 millones de dólares, aunque se sabe que el precio para clientes extranjeros supera los 1 130 millones de dólares.
Según el diario The New York Times, esta es la primera vez que las tropas estadounidenses operan en suelo israelí de esta forma, y aseguró que en la región actualmente hay alrededor de 40 000 soldados yanquis y que el Pentágono mandará entre 2000 y 3000 más para reforzar la seguridad.
Por si fuera poco, tras los ataques de este fin de semana contra Irán, el presidente israelí, Isaac Herzog, agradeció la «colaboración abierta y oculta» de Estados Unidos en la agresión militar israelí contra Irán.
«Gracias en especial también a nuestro gran amigo, Estados Unidos, por una auténtica alianza y por su colaboración abierta y oculta”, indicó el sábado Herzog en un mensaje en su cuenta en X.
Irán denunció la clara complicidad de Estados Unidos, en los ataques israelíes, ya que «los aviones de guerra del régimen sionista atacaron varios sitios militares y de radar iraníes desde el espacio aéreo iraquí, aproximadamente a 70 millas de la frontera de Irán. El espacio aéreo iraquí está bajo la ocupación, el mando y el control del ejército de EE.UU.».
No obstante, el Jefe del Pentágono de Estados Unidos, Lloyd Austin, Amenazó a Irán de no tomar medidas de represalia contra Israel.
Otra noticia para los incrédulos: «el ministro israelí Ben-Gvir, uno de los miembros más radicales del gabinete sionista, ha pedido repetidamente la expulsión masiva de los habitantes de Gaza e instó a instalar allí a los colonos judíos».
«Esas tierras nos pertenecen», aseguró durante un acto con colonos, que, según él, «es de preparación para reasentarse y para llamar a los palestinos a que abandonen Gaza y se reubiquen en otros países».
En mayo, en una entrevista con la agencia de noticias israelí Kikar Heshbat, Ben-Gvir dijo que Gaza debería estar bajo “total control israelí” y llena de asentamientos judíos, sugiriendo que él mismo se trasladaría a la zona.
En ese momento, enfatizó, «fomentar la migración de los palestinos de Gaza es el último paso más importante para lograr la ocupación completa por parte de Israel».
Mientras todo esto sucede, el Estado sionista bombardea al Líbano, donde ya han muerto más de 2300 civiles, sigue arrasando con Gaza… y continúa recibiendo todas las armas que quiera, enviadas por Estados Unidos, cuyo gobierno acaba de dar un paso superior para la guerra en la región, con el envío de tropas estadounidenses a apuntalar al gobierno genocida de Benjamín Netanyahu.
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