Un convite para hacer guerras
15 de julio de 2024
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A Washington, a donde fueron citados por el presidente estadounidense Joe Biden, acudieron los dignatarios de los países miembros de la OTAN, este 10 y 11 de julio.
Biden, en un intento de romper la inercia de su aspiración a reelegirse, y acorralado por quienes —desde su partido o entre sus adversarios— le solicitan echarse a un lado y que sea otro u otra, quien se presente a las próximas elecciones, ha querido producir un «golpe de efecto», en un lenguaje más bélico que el de otros halcones de la guerra.
Se produce la Cumbre de la OTAN, que más bien debía llamarse «un convite para la guerra», y en ella, el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, ha encontrado —no membresía— pero si dinero y armas para que sigan muriendo ucranianos y rusos en una confrontación que ni la OTAN ni Occidente quieren que termine por la vía pacífica.
A Zelenski, que «ni pinta ni da color» en un evento donde es el único que no es miembro, parece que le conforma oír su nombre en reiterados discursos y, lo más importante, regresar a Kiev con más dólares y más armas para la guerra contra Rusia.
Para complacer al gobernante ucraniano, la citada reunión se convirtió en una subasta armamentista, en la que solo se hablaba de que «la OTAN enviará a Kiev sistemas antiaéreos y asesores militares», o el anuncio del secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, de que «ya estarían llegando a Ucrania este 10 de julio los aviones de combate F-16», o «la aprobación de Estados Unidos de un nuevo envío de ayuda militar adicional de 2 200 millones de dólares, más 150 millones para defender —con armas estadounidenses por supuesto— el territorio de la nación ucraniana».
En esta jerga belicista —nada más parecido a algunas películas del oeste—, la palabra paz estaba ausente; de la negociación y el diálogo nunca se habló, como tampoco se realizó condena alguna a los militares ucranianos que acababan de bombardear un hospital en Kiev, para luego culpar a Rusia por el hecho.
En estas circunstancias, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, alertó que Estados Unidos y sus satélites de la OTAN elevan el riesgo de un choque armado directo con Rusia, que tendría consecuencias catastróficas.
Moscú, consignó el canciller, citado por Sputnik, considerará como una amenaza nuclear de la OTAN la entrega de los cazas F-16 capaces de llevar armas nucleares a Ucrania.
Los invitados regresarán a sus casas, Biden es probable que hasta vea aún más afectado su ya bajo nivel de aprobación entre de sus conciudadanos, y la guerra en la lejana Ucrania, ahora con más armas y dinero, continuará provocando la muerte y heridas de muchos ucranianos y rusos.
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