Impronta del guaguancó en la radio cubana (IV)

27 de agosto de 2024

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En 1993, en la Casa de la Cultura de Matanzas, hubo de hacérsele a “Los Muñequitos”, un reconocimiento por sus triunfal gira por los Estados Unidos, en especial en el World Music Institute at Symphony Space of New York Times, y el Centro Cultural La Peña de Berkeley (San Francisco, California); entre otras valoraciones se citan la del crítico Ned Sublette, quien expresó: “Yo encontré la cultura cubana increíblemente rica y la gente magnífica…esta gira de los “Muñequitos”, a los Estados Unidos, no cambiará la historia de la naciones, sin embargo, es un evento histórico. Espero sea un paso hacia un mejoramiento y siempre hacia una mejor música”.[1]

Estos reconocimientos se repetirían no solo en Matanzas, sino también, en la Casa de las Américas, y otras localidades de país como, Camagüey, Santiago de Cuba y Santa Clara.

En 1995 se conoce de la presencia de “Los Muñequitos de Matanzas”, en Puerto Rico, al respeto, Benjamín Muñiz, productor puertorriqueño de los conciertos a desarrollar por la agrupación cubana, dijo que, “el grupo folklórico cubano viene gracias a las gestiones hechas por el Departamento de Actividades Culturales de la Universidad de Puerto Rico, primera institución docente del país”. Aclaró que “es un intercambio cultural auspiciado por la UPR; considera fue la razón principal para que el Departamento de Estado, le otorgara la visa a “Los Muñequitos de Matanzas”, luego de una gira, que se inició en Canadá, pasó a Estados Unidos y culmina aquí.[2] Estas acciones marcaron un hecho sin precedente, pues resultó un acontecimiento insólito, para una agrupación musical, de esta naturaleza, despertando el interés, de una publicación norteamericana.

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Aparejado a sus compromisos internacionales, “Los Muñequitos de Matanzas”, cumplía con sus compromisos nacionales. Por ejemplo, presentaciones en la Fiesta de los Orígenes[3] y otras importantes en la ciudad de Matanzas.

Como catálogo discográfico inicial, cuenta con cuatro caras sencillas en 78 rpm., y luego transferidos a 45 rpm en los años 50: Puchito 290 y 298, SP-130 Guaguancó Matancero, en 1956 compartido con “Papín y sus rumberos”.

Luego, inexplicablemente, no grabarían más, hasta 1970, con la llegada de los estudios Areito, cuando dejaron en un LD los temas, La chismosa, Óyelo de nuevo, Tierra de Hatuey, ¿Qué vendes tú? Y María la Nieve. En 1977, bajo la dirección de Gregorio Díaz, grabaron en los Estudios Areito El LD 3702; en 1983 y bajo la dirección de Jesús Alonso, dejaron en los Estudios Siboney de Santiago de Cuba, el LP-277. Nuevamente en 1988, se ponen ante los equipos de grabación de los Estudios Siboney de Santiago de Cuba, esta vez para grabar el Lp-420. En 1990, luego de otra exitosa gira por Inglaterra, grabaron el LP-4671, con una producción de Ben Mándelos. Hasta entonces, siete Lps grabados en Cuba por EGREM y ARTEX, entre 1970-1977 y 1990; y uno en Inglaterra en 1990 para la marca Vitral Records. Así como ocho CDs, y variadas colaboraciones con otros proyectos discográficos.