Las aulas-museo: la educación y el patrimonio

17 de junio de 2024

Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Eusebio Leal Spengler, Oficina del Historiador de La Habana, Proyecto Aulas-Museos

Por: Débora Expósito Crespo

Cada año, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana celebra con varias actividades el Día Internacional de los museos. Conmemorar esta fecha debería ser sinónimo de recordar una de las grandes iniciativas de Eusebio Leal Spengler dentro de estos: las aulas-museo, donde los niños aprenden no solo las materias escolares, sino a convivir con el arte.
Ailyn Marrero Peraza, Directora de la Casa Museo Simón Bolívar, nos comenta al respecto: “El trabajo con los niños en los museos va desde el turno que cada jueves tienen de educación patrimonial en el horario de las tardes, sobre todo donde se les vincula con la gestión patrimonial, la gestión museal, la propia conservación, la restauración, las diferentes miradas que se le pueden dar al patrimonio. Luego también existen otros proyectos como las actividades culturales que se generan en la propia institución y de las cuales los niños son partícipes de manera activa”.

En estos museos, los pequeños están dentro de un espacio patrimonial, realizan actividades en las que aprenden a relacionarse con todo aquello que se encuentra dentro de los mismos. César Cardoso Moreno, especialista de la Biblioteca del Museo, nos explica: “Trabajar con los niños en las aulas museos es muy interesante porque los implica en el patrimonio que cada museo tiene y eso le da una connotación académica diferente. El niño se tiene que enfrentar desde bien joven a piezas museables, a documentos de todo tipo”.
La Biblioteca “Rubén Martínez Villena” es sede también de un aula-museo del Centro Histórico. Gema de Armas Pereira, una de sus estudiantes, expresó: “A mí me gustan mucho las aulas-museo porque a pesar de mis conocimientos, adquiero muchos más y leo libros, aprendo más sobre mi localidad”.

Por otra parte, su profesora, Daimi Barrera nos comenta: “Para mí es importante que los niños estén en un aula-museo ya que aprenden, no solamente a partir de los conocimientos impartidos en la clase, sino también de la localidad, aprenden sobre un museo. En la biblioteca también tiene actividades que amplían más sus conocimientos y forman más sus valores. Si bien la adaptación a otro espacio distinto en una escuela clásica pudiera suponer un cambio complicado para los alumnos, los niños de las aulas museos, no suelen presentar estas dificultades”.
A respecto, Ailyn Marrero nos explica desde su experiencia: “Yo diría que es todo lo contrario precisamente porque los niños muestran un nivel de aceptación, de recepción del quehacer diario de la institución; aprenden, incluso, cómo moderar los tonos de voz, en la manera de comportarse también es diferente, pues están en un lugar que requiere de cierta disciplina, de cierto volumen a la hora de hablar, por la coexistencia con los trabajadores de la propia institución”.
Para los maestros y profesores que trabajan en estos centros resulta un reto y una alegría lograr crear estos vínculos. Cardoso Moreno nos comenta respecto esto que “para personas adultas puedes crear un proyecto o crear un discurso y decirlo, pues ellos van a entender perfectamente de lo que yo puedo estar hablando, y si no entienden uno se queda con la satisfacción de que lo hizo; sin embargo, con el niño es diferente, con el niño tenemos una función educadora y entonces esa función se tiene que cumplir. Ellos no están aquí sencillamente para que nosotros nos llenemos el bolsillo a fin de mes. La función mía y de mis colegas aquí es que los niños aprendan”.

Estas aulas refuerzan la vinculación al patrimonio histórico y cultural, logrando que los infantes tengan una formación en cuanto a su cuidado y preservación y sean capaces de compartir todo el conocimiento que quieren; por ejemplo, con la participación que varios tienen como guías durante el proyecto de Rutas y Andares.
Esta iniciativa hoy es parte del movimiento cultural de La Habana Vieja que vincula a los niños con la historia y el patrimonio, una máxima del eterno Historiador de la Ciudad.