Quinto Encuentro Nacional de Historia de la Meteorología

3 de junio de 2024

 

 

Del 27 al 31 de mayo se desarrolló en el hotel Habana Libre la Segunda Convención “Meteorología 2024”. Desde hace once años, el citado evento incluye el Encuentro Nacional de Historia de la Meteorología, un escenario diseñado para que investigadores y especialistas, meteorólogos profesionales o no, presenten sus resultados en ponencias donde generalmente confluyen las tres corrientes de investigación en este campo: historias de vida, historia institucional, e historia de los fenómenos atmosféricos y oceánicos.

Este año, el comité científico de la Convención aprobó siete trabajos para el Encuentro, todos evaluados con el nivel científico que demanda el máximo foro de intercambio y debate de los meteorólogos cubanos. Las ponencias trataron sobre el texto El Clima de Cuba (Dr. Luis Lecha); sobre el sistema meteorológico que en junio de 1982 causó intensas precipitaciones en La Habana (MSc Armando Caymares y Lic. Orfilio Peláez); los roles de grupo y género en un proyecto sobre la sequía en Cuba (Dra. Loudes Álvarez Escudero); la vida y obra de un matancero aficionado a la meteorología (Dr. Carlos Santamaría); y la historia de la meteorología marina, que marcó el cierre del Encuentro a cargo a la profesora y académica Dra. Ida Mitrani Arenal.

 

 

Con toda intención he dejado para el final la mención de los trabajos: “Análisis de la relación histórica entre la meteorología y los conflictos bélicos”, de Daniela Lobaina Castillo; y “Santa Cruz del Sur bajo la mira de dos grandes huracanes”, de Kevyn Alain Cue Fernández. Los destaco puntualmente porque Daniela y Kevyn son estudiantes, futuros meteorólogos que ahora cursan la licenciatura en esa especialidad en el Instituto Superior de Tecnología y Ciencias Aplicadas, con sede en la Quinta de los Molinos, de la Capital, y apuntan a tener cada uno un brillante desempeño profesional.

Daniela se destacó por la exhaustividad en el manejo de las fuentes que relacionan las operaciones militares con el estado del tiempo, y Kevyn por el enfoque integrador de dos huracanes que ocurrieron en momentos distintos y sobre el mismo escenario geográfico. Daniela y Kevyn ahora comienzan, y es seguro que obtendrán nuevos y mayores éxitos en lo adelante porque inteligencia y empeño no les faltan. Ambos van forjando las bases del conocimiento, la destreza y habilidad, a la vez innata y adquirida, con las que se cualifica a un investigador con talento.

Finalmente, el Quinto Encuentro Nacional de Historia deja un saldo prometedor en el propósito de preservar el patrimonio meteorológico cubano.