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Fernando Álvarez: siempre el bolero (II)

7 de junio de 2024

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Con la banda de Benny Moré, fue a Haití, cantó en el hotel Riviera y en muchísimos lugares. En 1955 viajaron a Medellín, Colombia. ¡Su show en el habanero teatro América “Cuba canta y baila” fue “lo más grande que se ha dado… “! Imagínate, ¡aquella Banda Gigante con músicos de tal magnitud!, yo me sentía en la gloria… Benny fue mi segundo padre”.

Pero la vida no puede detenerse y este santiaguero afable, sensible, romántico y buen amigo como pocos, tenía que dar el salto. Estuvo con Benny hasta que Roberto Faz en 1956 dejó el Conjunto Casino.

Lo fueron a buscar a su casa. Entonces él habló con Benny, y éste le dijo: “mire, compadre, váyase para el Conjunto Casino que ahí usted va a ser solista, va a ser estrella, y eso conmigo no va a poder ser; porque al lado mío… imagínese, usted sabe cómo es esto”.

Según testimonio de Fernando, Benny le garantizó que su banda seguiría siendo su casa. Que ahora lo iba a cuidar más. Y así fue, en una relación de hermandad, que sólo terminó con la desaparición física del Bárbaro del Ritmo, quien nunca supo de celos profesionales ni de bajeza alguna en ese sentido.

Cuando grabó con el Conjunto Casino su primer número, “Humo y espuma” del santiaguero Rolando Rabí, alcanzó un éxito descomunal. Le siguieron otros con boleros de la autoría de José Antonio Méndez, Piloto y Vera, Ernesto Duarte, Isolina Carrillo, Frank Domínguez, Marta Valdés…

Fue algo asombroso.

Y tanto que, en Panamá, los esperó una banda de música en el aeropuerto, y los ómnibus urbanos tenían carteles con los títulos de esas canciones y una foto de Fernando, quien, por cierto, era todo un buen mozo por el que suspiraban las damas.

Pasado algún tiempo se convirtió en solista, y como tal grabó con las muy populares orquestas de Benny Moré, Bebo Valdés, Ernesto Duarte y la Aragón.

Lo aplaudían en todas partes.

Sus presentaciones en los Estados Unidos hicieron época. En los últimos años participó en los festivales de Cuba Boleros de Oro. Integró a su repertorio las canciones del filin.

“Soy un bolerista romántico, -decía- que me ha gustado siempre rubatear, decir con mucho sentimiento las cosas”.

De esta manera, y tal vez sin darse cuenta, Fernando Álvarez fue siempre el bolero.

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