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ALBA-CELAC: solidaridad y ayuda mutua

6 de mayo de 2024

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La recién XXIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), efectuada en Caracas, permitió a los representantes al más alto nivel de los países latinoamericanos y caribeños que la componen -la mayor parte de ellos desde su fundación por iniciativa de los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro- extraer oportunas, justas y esperanzadoras conclusiones acerca del presente y futuro de ese entendimiento regional de nuevo tipo que se aproxima a cumplir sus primeros 25 años de fructífera existencia y de firme lucha por la independencia, la soberanía, la cooperación y la igualdad.

En un marco donde todos sus integrantes tienen igual presencia y representatividad, donde todos asisten con iguales derechos y deberes y donde todos participan en semejantes condiciones -sean naciones mayores o menores- se han desarrollado las tareas de la ALBA.TCP durante casi un cuarto de siglo, resistiendo la prueba del tiempo y abriéndose paso inexorablemente frente a los intentos divisionistas, conjuras y conspiraciones del imperialismo norteamericano, que recela y agrede contra cualquier intento unitario dentro de su considerado “patio trasero”, contra cualquier mínima coincidencia entre los países y gobiernos que supuestamente lo forman. Para ello se ha valido siempre de todos los recursos criminales, sanciones y bloqueo, maniobras sucias hasta magnicidios, sin olvidar las campañas mediáticas mentirosas y el apoyo de su “ministerio de colonias”, la servil OEA, hoy desprestigiada hasta el tuétano, agonizante y desenmascarada por sus fechorías y complicidades,

De la Cumbre de Caracas salió la ALBA-TCP más fortalecida como alianza de la solidaridad y la cooperación; también como “alianza del milagro” y alianza de la unidad, haciendo suya y exaltando la histórica Proclama de América Latina y el Caribe como zona de Paz, que cumplió ya 10 años de su aprobación en La Habana por parte de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en memorable acto soberano.

Resulta, por tanto, de importancia sobresaliente el pronunciamiento contenido en la declaración final acerca de continuar estrechando los lazos con la CELAC, apoyándose mutuamente como hasta hoy y estableciendo objetivos comunes. Será este un muro de contención frente a la intervencionista e injerencista Doctrina Monroe.

Siempre habrá, por supuesto, traidores ocasionales y temporales que serán utilizados contra las ideas y las realizaciones emancipadoras en nuestra región, pero ellos pasarán y serán aplastados por la obra popular indetenible, como ya ha ocurrido en más de una ocasión y así lo demuestran hoy la ALBA-TCP y la CELAC con su existencia, luchas y victorias.

Nada podrán contra Bolívar y Martí; Sucre y Morazán; San Martín y Juárez; O`Higgins y Tiradentes; Tupac Amaru y Tupac Katari…

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