Veintiocho años de danza en La Habana Vieja

26 de abril de 2024

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Débora Exposito Crespo

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Centro HIstórico de La Habana, Ciudad en Movimiento, Compañía Danza-Teatro Retazos, Cuba, Cultura, Oficina del Historiador de La Habana

 

El Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos celebra este año su 28 edición. Para conocer más sobre este, su historia y actualidad, Habana Radio conversó con Eugenio Chávez, coordinador general del evento.

 

Mi experiencia con el festival fue casual, realmente yo hace muchísimos años paseaba la ciudad y veo cuatro gatos en un portal bailando y además estaba lloviendo. Eso me sorprendió muchísimo, estamos hablando de mucho tiempo atrás, y realmente esa fue la idea de Isabel, salir a colmar las calles, los portales maravillosos de la zona. Esa idea fue evidentemente bien acogida, y esa familia fue creciendo. Todo el tiempo se han ido sumando muchos bailarines de muchas partes del mundo y los cubanos, todos han visto una oportunidad de mostrar su arte e interactuar de una manera diferente con la arquitectura, de hacer su danza de otra manera. Es curioso porque no ha dejado de crecer los intereses de participación en el festival, a pesar de que hemos tenido que hacer por la pandemia conocida una pausa, y estamos siempre resurgiendo, los intereses nunca han disminuido. Siempre han querido participar y están participando, es una diversidad tremenda de artistas de todas partes que yo insisto en que son como repitentes es decir, llegan a casa y se quedan para siempre. Y eso me encanta que pase y no es casualidad que estemos celebrando 28 años con esta nómina maravillosa de artistas nacionales y extranjeros participando.”

 

¿Cómo ha cambiado el festival desde su surgimiento hasta la actualidad?

 

Ha cambiado mucho, porque literalmente ha ganado dos cosas fundamentales que me parece que debe tener un evento como este, estructura, y además libertad creativa.

Esta edición que se desarrolla del 26 al 28 del presente mes propone, una vez más, encontrar al público con la danza y los espacios del municipio habanero.

 

La idea es que el fin de semana en las tardes, todo el que pasee por la zona pueda encontrarse con una experiencia viva, que no va a estar anunciada en ningún papel, para disfrutar del arte directamente. El festival en algún momento no estaba listo para eso. Yo creo que es un crecimiento. Porque además, con los años nos han apoyado más, al principio se hacían chistes de que éramos como los trasgresores. Cuando han pasado tantos años de trabajo y te das cuenta de que lo haces en serio y con el corazón, que amas la ciudad, esta zona de la ciudad, y la respetas y lo que quieres es que la gente encuentre arte en sus calles, entonces cambias ese chip de cuidado que son peligrosos a no, ellos la cuidan y la quieren como nosotros.

 

¿Por qué en la Habana Vieja?

 

Todo tiene un por qué, sin ninguna duda, La Habana Vieja es el lugar propicio, el terreno fértil, para las artes todas. Primero y siempre Eusebio Leal, siempre él, esa sensibilidad, por las artes, ese sí a cualquier proyecto que le parecía interesante. Isabel estuvo en muchas sedes y encontró la casa en La Habana Vieja. Era la casa de Guayasamín, literalmente, la que la acogió por mucho tiempo y yo recuerdo que ensayaba la compañía, sus espectáculos de sala, en un espacio allí. Incluso se hicieron baños especialmente para que la compañía trabajara en ese lugar. Hasta llegar a la actual sede, que a raíz se ha vuelto un centro cultural.

Sabemos que la gente puede pasear estas calles y encontrar diversas maneras de danzar en un sitio que es cariñoso con las artes.

 

 

¿Es posible comparar esta experiencia con la que tiene el público en el teatro inmersivo?

 

En el teatro a la italiana, el teatro clásico, tú estás literalmente de espectador, frente a la escena, disfrutando de una composición determinada, de una iluminación determinada. El espacio público, primero es un gran reto para los bailarines, porque te va a pasar de todo, cuando pasa el perrito, cuando pasa un señor que decide formar parte de la coreografía, cuando llueve. No tienes control del espacio público, en un porciento grande, es interesante que el bailarín se dé cuenta de que eso pasa, y de que tiene que tener herramientas, para el tipo de piso, para el público que lo tienes por todos lados. Entonces esto es un reto.

A lo mejor llegas con una coreografía pensada para el teatro, pero la realidad te va un poco a aterrizar en que esta es otra manera de hacer. Hay una relación interesante hay niños, hay adultos, ancianos todo tipo de público en una esquina. Nosotros hemos vivido emocionados francamente, cuando personas de la tercera edad o algunas personas que nos han acompañado en el trayecto de algún espectáculo terminado dicen: esto es diferente, esto es insólito. Es decir, no esperaban esa cercanía con un artista de Austria, o de cualquier parte de Europa, colombiano, ecuatoriano. Es un lenguaje universal, pero además les aporta, y constatar eso, es para nosotros, creo que el impulso para seguir para adelante. Es decir, que la gente se sienta sorprendida y partícipe de lo que se le propone.

 

¿En el caso de los bailarines internacionales, estos traen bailes típicos de sus países o presentan danzas cubanas?

 

Algunas compañías sí traen sus bailes folclóricos. Hay un poco de todo en lo que se propone, pero en el caso de la danza contemporánea, que es lo que pretendemos nosotros que sea como un plato fuerte, es maravilloso porque puede relacionarse con cualquier elemento del paisaje como herramienta para su coreografía. Por lo tanto, se sienten en casa siempre, en cualquier parte del mundo porque es un lenguaje, ya te digo, universal.

 

 

Habana Vieja, ciudad en movimiento, es un viaje, con danza, expresiones culturales y espacios como la Plaza de Armas, que propone mostrar al público, el baile desde otros espacios más allá de los clásicos.