Alberto Iznaga: el gran olvidado (I)
13 de octubre de 2023
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Alberto Santiago Iznaga Palacio, nació en La Habana el 25 de julio de 1906. Fue excelente violinista, saxofonista, clarinetista, director de orquestas, compositor, orquestador y arreglista. Se inició en el arte como estudiante de pintura en la Academia de San Alejandro, pero pronto se decide por la música.
Al matricular en el Conservatorio Carnicer, fue destinado con un excelente profesor de violín, el notable maestro rumano, Demetric Vladescu, residente desde hacía muchos años en Cuba.[1]
Aunque no parecía interesado ni mucho menos por el marxismo y la lucha de clases, Iznaga esbozaba algunos meridianos conceptos discrepantes, en relación con el perfeccionismo estético elitista, frente a reclamos triviales de las muchedumbres.
Para el año 1928, ya Iznaga se destacaba como violinista de la Orquesta Filarmónica de La Habana, junto al distinguido clarinetista y saxofonista, Mario Bauzá, pero al igual que este, sufría viendo la discriminación racial padecida por los músicos negros, incluidos colegas valiosos como Virgilio Diago.
En 1929, Iznaga necesita respirar nuevos aires y decide marcharse a Washington DC. y luego a New York, donde se incorporó a varias orquestas de jazz, algo que le resultó fácil, gracias a que conocía, rudimentos del idioma inglés, pues en Cuba, simultaneaba con su trabajo de músico, el de empleado del renombrado Hotel Almendares, donde los propietarios, exigían forzosamente, el conocimiento del idioma ingles a sus empleados.
En los Estados Unidos, Alberto Iznaga igualmente asumió combinar la música con otras labores, por ejemplo, trabajar en restoranes y tocar en algunas ocasiones, con la banda del trompetista cubano Vicente Sigler.[2]
En 1936, Alberto Iznaga ingresó en la Internacional Workers´Order Symphony Orchestra, ocupando un atril como violinista, luego llegaría a director adjunto y maestro concertista de la mencionada agrupación. También fue miembro destacado del emblemático Cuarteto de Cuerdas Coleridge-Taylor.
A partir de 1937, Alberto Iznaga se desempeñó como arreglista principal de la orquesta del borícua, Augusto Coen, y para 1941, de la formidable y renombrada maquinaria musical, Machito y sus Afrocubans.
Para aumentar sus ingresos económicos, emprendió posibilidades de empleo en algunas bandas, lo que llevó a Alberto Iznaga, de manera autodidacta, aprender a tocar el clarinete y el saxofón alto. [3]
Igualmente, en 1937, no solo hace arreglos, y los hace de maravillas, para el formidable tren musical de Augusto Coen, en cuya orquesta, tocaba de maravilla el violín. Al año siguiente, organizó su propia banda, La Siboney, donde cuenta de cantante y maraquero a Frank Grillo, “Machito”.
Notas:
[1] Cristóbal Díaz Ayala: Discografía cubana 1925-1960 Versión Digital. //helio Orovio: Diccionario de la Música Cubana, ED Letras Cubanas. Habana, 1992 2da. Edición.
[2] Cristóbal Díaz Ayala. Ibidem.
[3] Radamés Giro: Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba. ED. Letras Cubans, La Habana, 2007.
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