El arrendamiento privado en el Centro Histórico La Habana Vieja y la incidencia en las condiciones materiales de la vivienda

14 de junio de 2013

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Martha Oneida Pérez Cortés

El arrendamiento de habitaciones para hospedaje ha tenido una evolución peculiar en Cuba debido a las diferentes etapas en el tratamiento de la propiedad después de 1959. Es una de las actividades económicas presentes desde el propio surgimiento de la villa de San Cristóbal de La Habana, cuando el desarrollo económico vinculado a la Bahía de La Habana, exigió de servicios para todo tipo de viajeros especialmente el alojamiento.
A continuación ofreceremos algunos aspectos que caracterizan la actividad económica privada en el Centro Histórico La Habana Vieja, bajo la jurisdicción de la Oficina del Historiador para planificar, gestionar y controlar el desarrollo y los impactos de la misma en las zonas priorizadas para la conservación.
Los resultados que a continuación se ofrecen se obtuvieron a partir de entrevistas realizadas a 26 arrendatarios seleccionados al azar, durante el año 2010. Por ello los resultados indicativos y no representativos de la población total objeto de estudio.
En cuanto a la incidencia en las condiciones materiales de la vivienda, todos los entrevistados refieren haber necesitado de algunos cambios para adecuar su vivienda a la actividad de arrendamiento. Para el 85% estas modificaciones fueron notables, lo cual permite inferir que hicieron inversiones importantes antes de comenzar la actividad.
Los fondos para iniciar la actividad de arrendamiento procedieron principalmente de ahorros propios y remesas de familiares o amigos residentes en el exterior. Un entrevistado refiere que su casa fue restaurada por la Oficina del Historiador debido a su valor patrimonial y otro que comenzó a arrendar ilegalmente para recaudar fondos (“ahorrar”) y después de acondicionar la vivienda se registró oficialmente. Dos entrevistados refieren no haber realizado inversión inicial pues no contaban con el  dinero, por lo que las realizaron a medida que el propio negocio les reportó ganancias. En sentido general todos refieren hacer uso de los ingresos del negocio para mantener y mejorar la casa.
Entre los comentarios ofrecidos se encontraron: Cuando empezamos a alquilar a veces hasta pasábamos hambre, a veces sacrificábamos cosas por los turistas;  la casa se inició con muy pocos fondos, lo justo; eran ahorros que tenía; la hemos ido arreglando poco a poco y mi hermano vive en México y me ayudó mucho, luego, con el dinero de la renta la fui arreglando más.
El interés en el buen desarrollo de la actividad y su éxito condiciona que los arrendatarios focalicen su atención en el estado técnico constructivo de la vivienda y en algunos casos el inmueble completo. Esta acción es necesaria y beneficiosa para el territorio y permite a los ciudadanos del territorio incidir en el mejoramiento del patrimonio edificado.

Bibliografía

Cruz Sosa, Niurka; Pérez Cortés, Martha Oneida y Herrero Peleteiro Iria Garazi. El arrendamiento privado en el Centro Histórico de La Habana. Investigación preliminar.