Walter Goodman

12 de julio de 2013

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Leonardo Depestre Catony

Walter Goodman (1838-1912) es un pintor inglés que alcanzó celebridad, viajó y vivió en varios países —Italia, España, Cuba, Estados Unidos—, ilustró publicaciones, escribió algún que otro libro, y en cuanto a su prolífica obra pictórica se desconoce el paradero de muchos cuadros. Dos de sus hermanos (Edward y Miriam) fueron también figuras de relieve en el ámbito literario y artístico.
A Cuba llegó por el puerto de Santiago, procedente de Francia, el 9 de mayo de 1864, dos días antes de cumplir 32 años. Su estancia en el país se extendió por cinco años, transcurridos mayormente en las ciudades de Santiago y La Habana. Trabajó como artista y como periodista, alcanzó un buen dominio del idioma español y pintó para el teatro. Sus colaboraciones se publicaron (artículos y cartas) en The New York Herald, para lo cual utilizó el seudónimo El Caballero Inglese. En el lapso de su estancia cubana se trasladó a Port Royal, Jamaica, en agosto de 1868, relacionada esta visita a la vecina ínsula con el tendido del cable submarino entre aquella isla y esta. Estuvo confinado en el Morro de Santiago por breve tiempo —junto a su amigo artista Joaquín Cuadras, quien lo acompañó en el viaje— y por último se le conminó a abandonar el país en enero de 1870, embarcando hacia Nueva York, donde pasó escaso tiempo antes de cruzar el Atlántico con destino a Londres.
Pintó en Cuba varios cuadros (entre ellos retratos) de paradero desconocido y escribió un libro que se publicó en Londres en 1873, pero solo vio la luz en español algo más de un siglo después por la Editorial Letras Cubanas, en 1986, con el título Un artista en Cuba. El libro contiene una serie de ilustraciones humorísticas que aparecieron en All Year Round y se conoce que en el año de 1873 sus dibujos sobre la ciudad de Santiago fueron reproducidos en la revista The Graphic. También entregó, para la revista de la London Society, el artículo A Cigarette Manufacturer At Havana (Torcedor de tabaco en La Habana), y para la Cassell’s Magazine, otros dos: Cuba Without a Master y A Holiday in Cuba, ambos aparecidos en 1874.
La labor de Goodman, con destaque en la pintura y la escritura, nos lo revela como hombre de espíritu vivaz, observador, empeñado en retener en la pupila cuanto de nuevo encuentra en sus recorridos por países cuyas características son bien distintas a las de la fría y distante Inglaterra.