170 años de José Martí: el delegado recorre el Caribe y Centroamérica
23 de junio de 2023
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Entre el 25 de mayo y el 13 de junio de 1893 José Martí efectuó un largo recorrido por las emigraciones fuera de Estados Unidos. La motivación más inmediata para esa gira fue aclarar que el alzamiento espontáneo ocurrido en la zona de Holguín no obedecía a la política del Partido Revolucionario Cubano, cuyo propósito era organizar una guerra rápida y bien preparada para evitar grandes pérdidas humanas y materiales, y no abrir paso a la anexión a Estados Unidos. El Delegado también deseaba tomar contacto en vivo con los clubes patrióticos y, sobre todo intercambiar con Antonio Maceo, residenciado en Costa Rica.
Partió de Nueva York el 25 de mayo y el 3 de junio se hallaba en Montecristi, en la República Dominicana donde se entrevistó con el general Máximo Gómez y prepararon el plan expedicionario hacia Cuba que habría de coordinarse con los alzamientos simultáneos en varios puntos de la Isla. Tres días después ya estaba en Cabo Haitiano y el 9 de junio arribó a la capital haitiana. En ambos lugares insistió en los planes combinatorios de las expediciones desde fuera y los alzamientos internos en Cuba.
A finales de junio, el 27, Martí arriba a Panamá donde continúa perfilando los planes de la guerra necesaria y recibe el apoyo de los emigrados y de varios sectores panameños, a todos los cuales explica y denuncia las aspiraciones anexionistas promovidas por círculos políticos y económicos de Estados Unidos.
El periplo viajero de Martí culminó en Costa Rica entre el 30 de junio y el 8 de julio. Allí encontró el pleno apoyo de Antonio Maceo, quien le abrió el acceso al presidente de la hermana república y al ministro de la guerra, autoridades que garantizaron el apoyo a la causa cubana. Al mismo tiempo buscó y obtuvo el apoyo de diversos sectores de la sociedad costarricense. El 2 de julio ofreció una conferencia a los hombres de letras y ciencias del país en un banquete en el Gran Hotel de San José, la capital, Junto con Maceo, al día siguiente asistió Martí al Colegio de Abogados para escuchar a su compatriota Antonio Zambrana, uno de los asambleístas de Guáimaro en 1869. Cerrada ovación le recibió al entrar Martí en el salón. Dos días después marchó a la ciudad de Cartago, donde impartió una conferencia ante un numeroso grupo de jóvenes. Y el 7 de julio los estudiantes de la Escuela de Derecho repletaron el salón de actos para escucharle la conferencia “El porvenir de América y las poderosas influencias extranjeras bajo las cuales se desenvuelven y crecen los pueblos latinoamericanos.” Semejante título nos indica cómo seguramente Martí trazó la lucha de intereses de las potencias de entonces como Inglaterra, Francia y España contra sus rivales Alemania y, sobre todo, Estados Unidos, donde ya predominaban los políticos y monopolios empeñados en anexarse las Antillas hispanas y controlar Centroamérica y el istmo panameño para dominar un futuro canal que acelerara el comercio y el dominio de Asia y el Océano Pacífico.
El mismo 8 de julio entregó Martí una hermosa carta de despedida al político y periodista Pío Vázquez, dueño del periódico El Heraldo de Costa Rica, agradecido por su apoyo personal y en la que se declaraba servidor de Costa Rica como un hijo.
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