La integración latinoamericana hecha realidad
11 de abril de 2023
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Sin la tutela codiciosa del vecino del Norte, sin Doctrina Monroe, sin interferencias hegemónicas, sin exclusiones ni imposiciones imperiales, así va avanzando la integración latinoamericana y caribeña de manera soberana y con luz propia, procurando satisfacer sus propias necesidades y anhelos.
El ALCA imperial fue derrotado en su momento por Chávez, Lula, Kirchner y Correa; la desprestigiada, anacrónica e inútil OEA de Almagro se hunde en el descrédito y agoniza lenta pero inevitablemente; un nuevo orden se abre paso en el mundo y, en el caso de América Latina y el Caribe, lo hace con paso firme y sumando voluntades políticas en cada uno de los países que la integran.
“En silencio ha tenido que ser…” dijo José Martí en su testamento político (carta a Mercado), y en silencio también ha tenido que ser hasta ahora, sin mucha fanfarria ni escándalo, para acercarse a la meta de una América verdaderamente libre e independiente del yugo neocolonial yanqui, aunque al pensamiento martiano y a la espada de Bolívar les queden todavía un trecho por caminar.
Sin embargo, los resultados concretos ya vienen observándose y produciéndose, no sin tener que conquistarlos en medio de una dura lucha en que el imperialismo y las oligarquías locales a su servicio se aferran desesperadamente a sus privilegios y acuden a todos los métodos, sean pacíficos o violentos, para no soltarlos y mantener a los pueblos en la explotación, la opresión, la miseria y el saqueo.
En medio de esos enfrentamientos tuvo lugar la Cumbre virtual contra la inflación y en busca de soluciones a esa problemática que hoy incide contra los avances económicos y sociales que América Latina y el Caribe se tomaron importantes acuerdos que comprometen hasta el momento a los diez países asistentes, convocados por México y bajo los auspicios de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), pero abierto a la posibilidad de nuevos adherentes.
La búsqueda de métodos innovadores contra la inflación es, en esta oportunidad, el objetivo más inmediato y urgente, pero junto a él emergen una evidente apreciación integradora y una necesidad de cooperación regional más abarcadora, decidida y coordinada. El renacer de UNASUR es parte de ese escenario.
El próximo paso concreto será en Cancún, a fines de mayo, lo cual confirma el carácter perentorio de la cita y de sus acuerdos, para ser llevados a la práctica a la mayor brevedad y fortalecer así una posición conjunta y útil ante el fenómeno inflacionario impuesto por el capitalismo neoliberal y cuyas consecuencias alarmantes deben ser frenadas antes de que arrastren a toda la región.
Así avanza en nuestro continente el nuevo orden mundial, como también lo hace en otras regiones del universo actual, eludiendo con habilidad, firmeza e inteligencia las trampas imperiales y enviando un mensaje claro de emancipación e independencia.
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