De lluvias y tormentas hace 100 años
10 de abril de 2023
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Con interés y alegría recibimos las lluvias de abril en el centro y el oriente de Cuba. En sus gotas se mezclan el interés por la meteorología y el alivio a la sequía. Algo parecido ocurrió hace exactamente un siglo, cuando los campesinos y ganaderos camagüeyanos miraron al cielo y vieron las nubes “anunciando lluvia”. Sin embargo, aquel 10 de abril, en 1923, la tarde se tornó en terror cuando una tormenta local severa impactó en la comarca de San Gerónimo, a unos 40 km al oeste-noroeste de la ciudad de Camagüey, con rachas que soplaban tal vez a 100 km/h.
La crónica del corresponsal lo dice todo, o casi todo, porque tras mencionar los daños en árboles y casas derribadas por el viento, aclaró que “no hubo desgracias personales”, para a continuación comentar que un jamaiquino, un negro, emigrante, trabajador llegado a Cuba en el intento de escapar de la pobreza en su tierra natal, vino a encontrar la muerte entre los horcones del barracón donde vivía.
Estas son las enseñanzas y concurrencias de la historia, que nos permite conocer que hace 100 años se combinaron los efectos de un evento atmosférico de mesoescala, con los fenómenos de una sociedad sin justicia en la macroescala.
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