Un país de Nunca Jamás
26 de febrero de 2023
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Su símbolo es el quetzal, un ave bellísima que morirá si es sometida a cautiverio, por lo que pienso que hace mucho tiempo debe haber fallecido junto con miles de sus hijos asesinados por los fascistas que controlan de una manera u otra a Guatemala, la nación centroamericana que solo tuvo un atisbo de independencia durante el periodo en que gobernó Jacobo Arbenz, derrocado en 1954 por una invasión golpista preparada por el imperialismo norteamericano.
Hoy Guatemala se encara a una nueva elección presidencial en la que intentan participar por lo menos una docena de duetos aspirantes, aunque solo uno es de izquierda y este ha quedado invalidado por decisión de unas autoridades electorales controladas totalmente por el oficialismo de derecha.
El presidente saliente, Alejandro Giammattei, trata de asegurar la continuidad del régimen de explotación, en la que la población indígena es la que más sufre, y que hoy expresa su protesta por el intento de eliminar a la candidata Thelma Cabrera, una maya, quien lleva como acompañante al ex procurador Jordán Rodas Andrade, odiado por funcionaros corruptos.
Thelma ya se había postulado hace cuatro años, y logrado en la primera vuelta el 10% de los votos (unos 450 000), y ahora se convirtió en la más seria amenaza para la derecha, al aumentar el respaldo de la población indígena y la principal central sindical de la nación.
Tanto Giammattei como su antecesor, Jimmy Morales, vencieron de manera fraudulenta en segunda vuelta a la misma oponente, Sandra Torres, quien también vuelve a aspirar, esta vez con abandono de sus anteriores proyectos progresistas.
Lo cierto es que Thelma y Jordán han apelado internacionalmente a la decisión de las espurias autoridades electorales para que avalen su candidatura, que quedó eliminada por la acusación al ex procurador de tener casos pendientes con la justicia.
Algunos analistas consideran que, con requisitos como el esgrimido contra la inscripción de Rodas, se abre la puerta a que se judicialicen las candidaturas y se determine por esa vía quién puede participar y quién no.
EJEMPLO NEGATIVO
Guatemala es el ejemplo de lo que un país no debe ser. Sus mejores ciudadanos son ferozmente hostigados y se les obliga a abandonar su patria para sobrevivir.
Periodistas y comunicadores éticos, afanados en una lucha sin tregua por investigar y difundir la verdadera tragedia en esa nación castigada, sufren toda clase de acosos y amenazas, se led impide el acceso a la información pública, se les persigue y, como si eso fuera poco, desde su más alta instancia el sector político organiza una masiva campaña de desinformación, a la cual algunos medios de comunicación se unen sin dudarlo, haciendo uso de los abundantes fondos del Estado.
Delincuentes procesados por delitos de alto impacto -muchos vinculados al poder económico- se han refugiado en un sistema jurídico desmantelado a propósito y poblado de jueces y magistrados corruptos, con el propósito de criminalizar a los pocos juristas probos que van quedando y evadir así la acción de la justicia.
En ese clima se van a celebrar los comicios presidenciales en un país de Nunca Jamás, donde, al revés de la novela fantástica sobre Peter Pan, son las autoridades, y no los niños, quienes eluden malsanamente todo el tiempo las reglas y responsabilidades.
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