Los rastrojeros

13 de junio de 2013

Por María Grant

 

 

En cuanto vislumbré el título de la exposición personal “Los rastrojeros” del fotógrafo Alejandro Ávila García, mi primer impulso fue conocer si existía el verbo rastrojear. Obviamente, no.
El Gran diccionario enciclopédico ilustrado  (Grijalbo, Barcelona, 1997), recoge los sustantivos rastro, referido al instrumento (…) que se usa para recoger hojas, hierba, etc.; rastrojera, tierra poblada de rastrojos y rastrojo: tallo de cereal que queda en el campo después de la siega/Terreno poblado del mismo/ Resto de algo.

Por lo que resulta muy original el nombre y el tema de esta muestra que, inaugurada el  reciente viernes 7 de junio en el entresuelo del Palacio de Lombillo, reúne 16 imágenes en blanco y negro que atrapan en plena faena a los rastrojeros, es decir, a aquellos individuos que se dedican a recolectar los rastrojos, o sea, lo que queda en los surcos después de la cosecha.

El propio Alejandro precisa que en Güira de Melena (provincia Artemisa), donde él reside y trabaja, el rastrojero es una persona muy conocida y necesaria. “Yo mismo cuando mi hijo era pequeño, solía buscar alguno de ellos para comprarle a precios módicos algunos rastrojos de malanga, muy escasa y en extremo cara entonces en los mercados”, cuenta.
Con esta serie, el fotógrafo confiesa que pretende vindicar esta faena, reconocida oficialmente como trabajo por cuenta propia, la cual muchas veces es despreciada y calumniada pues quienes la practican visten ropas humildes, llenas de sudor y de churre. “Soy del criterio que todo trabajo honesto, es válido”, argumenta.

 

Alejandro Ávila estudió fotoperiodismo en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Es  fotógrafo en la redacción digital en Radio Ariguanabo, además colabora como fotorreportero en la corresponsalía de la Televisión, Güira TV, y en el periódico EL Artemiseño.
La exposición “Los rastrojeros” estará abierta al público hasta el 7 de julio, de lunes a sábado en el horario comprendido entre las 9 de la mañana y las  5 de la tarde, en el Palacio de Lombillo, Plaza de la Catedral.