Dosificar con inteligencia
6 de febrero de 2023
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Nadie duda que la piel es nuestro órgano mayor, además de constituir una coraza que aísla del medio ambiente y transmite a los centros nerviosos las sensaciones que nos rodean, entre otras numerosas funciones.
Los dermatólogos aconsejan a las personas de piel muy blanca evitar exceso de radiación solar pues se ha comprobado que puede provocar lesiones cancerígenas (epiteliomas o melanomas), incluso, agravar otras enfermedades como el lupus eritomatoso. Pero, tampoco se debe desaprovechar las ventajas de un horario donde el sol es más benigno, digamos, entre 8:00 y 9:00 AM de la mañana.
En general, tanto la ausencia como la escasez de los rayos solares en la piel, pueden generar trastornos del metabolismo óseo por déficit de vitamina D, pues actúa como estimulante de los receptores de estrógenos, (hormonas femeninas) beneficiando su calidad de vida.
Hay quienes prefieren recurrir a ella en pastillas, gotas o inyectables, aunque estos últimos son de más lenta absorción. Pero, en una alimentación normal se encuentra fácilmente en yemas de huevos, vísceras de hígado, aceite de pescado (sobre todo en el bacalao asociado a la vitamina A), y en los vegetales, entre ellos, la zanahoria.
Un buen consejo resulta dosificar con inteligencia la exposición solar, es decir, evitarlo en demasía, pero nunca exagerar la falta de ese contacto.
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