Martí reaparece en Buenos Aires y en La Habana
1 de febrero de 2023
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Coincidentemente, en la segunda mitad de enero han tenido lugar la Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la V Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo, la primera de ellas en Buenos Aires, Argentina y la segunda en La Habana, Cuba.
Pero no solo en lo cronológico han tenido similitudes ambos encuentros, de naturaleza más parecida que lo que se cree y las dos inspiradas y conducidas por un claro y ferviente pensamiento martiano y bolivariano de solidaridad y amistad, de cooperación e integración y -muy importante- de resaltada unidad en la diversidad y hacia objetivos compartidos.
Al cabo de 170 años de su natalicio, José Martí reapareció de manera fulgurante y cálida, arropado por los representantes de toda Nuestra América, del río Bravo a la Patagonia, y de casi 90 países a escala universal.
Ambas reuniones, de naturaleza distinta pero de urgencias comunes, mantuvieron como hilo conductor a las ideas irreversibles y vigentes del Apóstol de la independencia de Cuba y dejaron un saldo de los más ajustados y prometedores, levantando la audaz y pertinente idea martiana del equilibrio del mundo, junto al mejoramiento humano y la utilidad de la virtud.
Pese al difícil y contradictorio momento que atraviesa la humanidad, cuando el declinante imperio yanqui se empeña aun en imponer su dictado perverso y sangriento, -denunciado por Martí a lo largo de su obra hace casi más de un siglo,- se hizo evidente en Buenos Aires y en La Habana que el rumbo de los pueblos en lucha se orienta cada vez más radicalmente en la búsqueda de la soberanía, la justicia social, la integración y la ayuda y respeto mutuos.
Cada uno a partir de su situación histórico-concreta, sus tradiciones y costumbres, sus características y antecedentes, avanzan -no sin riesgos ni dificultades- por un sendero cada día más esclarecido sobre quienes son sus verdaderos enemigos, cómo y cuándo y donde actúan.
Es imprescindible ahora la unidad en la diversidad, plasmada en sostener a América Latina y el Caribe como zona de paz, y es imprescindible también estar alertas, desenmascarar y denunciar las conjuras, las manipulaciones, las mentiras y engaños diseminados por el gobierno imperialista de Estados Unidos, sus agentes y servidores, que no cesarán en campañas desesperadas contra la América martiana y bolivariana.
Frente a ellos como fuerza nueva, renovada y a la vez eterna, resurge la figura de José Martí tal cual ocurrió en Buenos Aires y en La Habana, para silenciarlos definitivamente.
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