Las fuentes de soda
24 de noviembre de 2022
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En los años cuarenta-cincuenta del anterior siglo XX, se inicia una moda en los Estados Unidos relacionada con un método de comercialización de refrescos gaseados, batidos, jugos, helados y otras menudencias ligeras. Estos sitios tenían cierta tipicidad. Eran comúnmente locales apartes de restaurantes o de grandes y medianas cafeterías. Se identificaban por alguna barra corrida con banquetas y artilugios (conocidos como muebles de la fuente de soda) para la expedición inmediata de un servicio que en buena medida fue el ingrediente que visibilizó poco después en las cuatro esquinas del planeta un sinnúmero de establecimientos de la llamada comida rápida. A este conjunto que respondía a un sistema de producción y venta inmediata de los citados productos, se le conoció con el nombre de fuente de soda (soda fountain, en inglés). Los dependientes formales de estos lugares eran conocidos como soderos (soda jerk)
La mímica o reproducción de todo modo de vida en los Estados Unidos se hacía presente con rapidez en Cuba. Así, florecieron en breve tiempo las fuentes de soda en nuestro país y aunque no adquirían masivamente el apelativo como ha sucedido en otros países latinoamericanos, en la práctica pululaban en tencenes y otras instalaciones de este estilo.
Es curioso que en lugares puntuales, como Chile, aún se aplique el apelativo de fuente de soda a los establecimientos comúnmente llamados cafeterías. Como es conocido, estos sitios para el expendio de comida rápida tienen una variación mayor de productos en venta y asimilan otras técnicas comerciales al incorporar mesas, sillas, camareros de mesa…
Aunque se reconoce que las fuentes de soda en nuestro entorno no tienen actualmente una presencia que las distinga del resto de las operaciones comerciales de restaurantes y cafeterías, cierta semejanza en ocasiones inclinan a retomar su metodología sobre todo en instalaciones de la industria turística. Así lo atestigua una ficha técnica elaborada por el Centro de Información y Documentación para el Turismo (Formatur) en Holguín, que establece expresamente “llamamos Fuente de Soda a la disciplina que estudia todas y cuantas normas y medidas se hacen necesarias tomar para prestar un buen servicio de helados, refrescos y jugos, desde su elaboración hasta su servicio y consumo, buscando la plena satisfacción del cliente. Como instalación, no es más que donde se sirven helados y combinaciones hechas con helados, batidos, jugos y toda una gama de bebidas refrescantes. Ha alcanzado tal punto de desarrollo que es necesario preparar y adiestrar convenientemente al personal encargado en estos menesteres. El trabajo que realiza el sodero consiste en la preparación de los siropes, frutas, granillos y otros ingredientes que se emplean para preparar las especialidades de helados, así como hacer los jugos y refrescos de frutas. En los horarios de despacho sirve al dependiente y en ocasiones directamente al público. Para esto debe presentar y distribuir convenientemente los alimentos y bebidas de forma que la técnica con que se realice su trabajo satisfaga a los clientes y contribuya a incrementar su bienestar.”
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