Elecciones brasileñas: experiencias y perspectivas
5 de octubre de 2022
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La recién efectuada primera vuelta de las elecciones generales brasileñas ha arrojado, como es habitual en este tipo de comicios, diferentes experiencias y también las más diversas perspectivas acerca de los probables resultados que podría tener la segunda y definitiva vuelta electoral que será el próximo 30 de octubre, fecha relativamente cercana que obliga a una rápida y dinámica campaña durante los días venideros.
Tanto en los dos candidatos presidenciales -Lula y Bolsonaro- como en los candidatos a importantes cargos de gobernadores, algunos de los cuales tendrán que ir también a una segunda vuelta pues no alcanzaron el 50 por ciento más uno que establece la ley electoral.
Como resultado de la disputada primera vuelta, sale a relucir con fuerza que las principales encuestadoras incurrieron en notable error al adjudicar al candidato Bolsonaro no más de un 37 por ciento de la votación cuando en realidad llegó al 43 y fracción, con diferencia de 6 puntos por encima de lo pronosticado.
Otras habían pronosticado una victoria electoral de Lula desde la primera vuelta y estas se quedaron cortas, aunque por solo 3 puntos.
Ya hay augurios sobre la próxima vuelta y anuncian que sus resultados no se diferenciarán en mucho a los de la primera; más o menos, esta tendencia se mantendrá aun teniendo en cuenta las nuevas alianzas electorales que los candidatos seguramente tejerán en los días futuros pero que -según opinan- no serán capaces de alterar sustancialmente la ventaja de 5 puntos que Lula obtuvo en la vuelta inicial.
Otros recuerdan que en la segunda vuelta de su pasada elección como presidente, Bolsonaro alcanzó 55 por ciento mientras que ahora -tras cuatro años de polémico mandato presidencial- no pasó del 43 y fracción, lo que indica una disminución de 12 puntos como acusada tendencia en general a la baja.
Llamó la atención el clima de absoluta tranquilidad en que transcurrió la jornada electoral, no obstante la agresividad mostrada en los últimos días de campaña y ello fue motivo de satisfacción para el Tribunal Superior Electoral, que lo exhibió de inmediato como un logro propio de su gestión y advertencias.
No olvidar que este Tribunal y este sistema de votación computarizado habían sido amenazados en reiteradas ocasiones por el candidato Bolsonaro, poniendo en duda su imparcialidad y eficiencia. Esta vez, al concluir la votación, guardó silencio al respecto.
Aunque no ha sido nunca Brasil un país caracterizado por la violencia política y electoral, donde estos hechos suelen concentrarse en el fútbol y en las fiestas carnavalescas, se presume que la normalidad en que se desarrolló esta primera vuelta electoral pueda extenderse a la segunda y no se hagan realidad las amenazas extremistas de ciertas bandas afines al candidato Bolsonaro.
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