Una nueva cosecha del cine español en La Habana
2 de agosto de 2022
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La presencia cada vez más frecuente del cine español en las secciones Focus de festivales internacionales, que una novel realizadora reciba el premio ópera prima en un certamen como el de Berlín y, pocas ediciones después, el Oso de Oro allí mismo por su siguiente película, los máximos galardones obtenidos por cortometrajes de jóvenes cineastas en los premios BAFTA de la Academia Británica del Cine y los Oscars de Hollywood, distinciones en espacios de Cannes e impactar en el de Sundance, ofrece una idea no solo de la constante renovación de esta cinematografía, sino de su amplitud, eclecticismo temático y heterogeneidad.
Desconocer los nombres de varios creadores que figuran en cualquier selección no resulta extraño; cada año irrumpen no pocos en un panorama de mutaciones perennes, que se reconfigura con alarmante regularidad. La Habana recibe, gracias a la conjunción de esfuerzos entre la Consejería de Cultura de la Embajada de España y la Cinemateca de Cuba, una nueva Muestra de Cine Español programada entre el miércoles 27 de julio y el domingo 7 de agosto en los cines 23 y 12, Riviera y las salas Alfredo Guevara del Colegio San Gerónimo en La Habana Vieja. Ocho largometrajes de ficción y un corto animado conformaron esta selección que no constituye una excepción de la vitalidad incontenible del cine ibérico y puede servir no solo de brújula para orientarse, sino, como señala una investigadora del tema: «de reflexión y radiografía sobre el “estado de las cosas”». Los debutantes no quedan a la zaga de los consagrados y, como señalamos, los cortos rivalizan con los largometrajes por devenir algunas de las propuestas más estimulantes en el paisaje audiovisual de la península.
Libertad (2021), es el título que presentó la realizadora Clara Roquet, en la apertura. El argumento de este filme, coproducido con Bélgica, tiene como epicentro la casa veraniega donde una familia acostumbra a acudir un año tras otro. Para una adolescente que experimenta por primera vez hallarse fuera de su lugar, aquellos monótonos días cambian radicalmente cuando llega Libertad, una chica rebelde y carismática, hija de la mujer colombiana que cuida a la abuela con Alzheimer. Su presencia otorga un atractivo diferente al verano y surge una intensa amistad entre ellas. La Roquet recibió el premio Goya a la mejor dirección novel y el de mejor actriz secundaria fue entregado a Nora Navas.
La muestra incluye también el cortometraje de animación No alimentes a las palomas (Do Not Feed the Pigeons, 2021), producido en el Reino Unido por Jordi Morera y con dirección del español Antonin Niclass, quienes asistieron a su première en Cuba. El despliegue imaginativo de este relato sobre las palomas que habitan en una estación de ómnibus londinense, donde aguardan varios viajeros solitarios, y en el transcurso de una madrugada crean una conexión mágica, posibilitó ser reconocido con el premio BAFTA en su categoría por la Academia Británica.
Laura Galán, protagonista de Cerdita (España-Francia, 2022) dirigida por Carlota Martínez Pereda sobre el cuento homónimo, habló a los espectadores de la sala Riviera sobre su personaje, temeroso de la llegada del verano por significar verse forzada a soportar las constantes burlas del resto de las muchachas de su pequeño pueblo. Solo que ese año nada será igual cuando las acosadoras sean víctimas de un secuestro por un extraño desconocido. La intérprete mereció el premio en el Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (BAFICI) a la mejor actuación dentro de la competencia vanguardia y género.
Incuestionablemente, uno de los títulos más esperados por la reputación que lo precede al obtener el máximo galardón, Oso de Oro a la mejor película en el Festival de Berlín de este año es Alcarràz (España-Italia, 2022). Su directora, la catalana Carla Simón, fue encumbrada por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España, que eligió no solo su ópera prima, Verano 1993 (2017), para representar a su país en las candidaturas para los premios Oscar, sino que le otorgó el premio Goya al mejor director novel, lauro que antecedió al premio Gaudí a la mejor dirección (2018) y el Premio Nacional de Cultura de Cataluña (2020). La crítica coincide en señalar la especial sensibilidad de la joven cineasta para retratar fidedignamente la crónica de una familia consagrada de una generación a otra, a lo largo de ochenta años, al cultivo de melocotoneros en su extensa propiedad situada en esa pequeña localidad rural. Solo que ese verano amenaza con convertirse en el último.
La cuarta mujer detrás de las cámaras presente en esta muestra es Carol Rodríguez Colás con Chavalas (2021) en torno al reencuentro al cabo de muchos años de dos amigas inseparables en su juventud durante el cual reviven una genuina y tragicómica amistad. Según señala la sinopsis argumental: la realidad las obligará a enfrentarse a aquellas adolescentes que fueron y a las mujeres que quieren ser. El tiempo no ha incidido en que prevalezca la amistad por encima de todo. Dos nominaciones en los Goya: mejor director novel y a la actriz revelación (Ángela Cervantes), avalan la cinta.
Otro aspirante al premio Goya en la categoría de mejor director novel, David Martín de los Santos, es el realizador de La vida era eso (2020), con la actuación descollante de Petra Martínez, nominada como mejor actriz. Ella personifica a una de las dos mujeres españolas de generaciones diferentes que coinciden en la habitación de un hospital belga. Una, que emigró en su juventud, vive allí desde hace mucho tiempo; la otra es una joven recién llegada, ansiosa de hallar las oportunidades que nunca pudo encontrar en su país. Emprender un viaje de retorno por una, en busca de las raíces de la otra, deviene una ocasión excepcional con el fin de cuestionarse ciertos principios que rigieron su vida hasta un momento determinado. La cinta se exhibirá el miércoles 3 a las 6:00 p.m. en el cine 23 y 12.
Para el jueves 4 está prevista allí la presencia del cineasta andaluz Benito Zambrano, graduado como guionista en la Escuela de San Antonio de los Baños. El conocido director de Solas y Habana Blues, interrumpe la etapa de preproducción de su próxima película para presentar aquí dos de sus títulos recientes. Por la adaptación de una novela, Pan de limón con semillas de amapola (España-Luxemburgo, 2021), Zambrano volvió a optar por el galardón de la academia española en el rubro de mejor guion. El detonante de la trama es otro reencuentro, en este caso el de dos hermanas separadas en su adolescencia. Vuelven a verse por la necesidad de vender una panadería que heredaron de una misteriosa mujer. Ellas tienen vidas diferentes por completo: una apenas ha salido de la isla, donde sigue casada con un hombre a quien ya no ama; la otra viaja por el mundo como doctora para una ONG. Viejos conflictos familiares aflorarán en un poblado mallorquín mientras tratan de descubrir los secretos que oculta su enigmática herencia, al tiempo de una búsqueda de los años perdidos.
El segundo, exhibido en estos días, es Intemperie (España-Portugal, 2019), con el protagonismo de ese actorazo que es Luis Tosar, a quien siempre esperamos que visite la capital cubana en algún festival o muestra. Narra el vínculo establecido entre un pastor decidido a proteger a un niño que huye de una vida infernal en su pueblo, acechado por sus perseguidores a las órdenes del temido capataz del lugar. Nada será igual para ninguno de los dos al cruzarse sus caminos. Escogida para la apertura de la Semana Internacional de Cine de Valladolid del 2019, esta impactante película recibió los premios Goya al mejor guion adaptado y a la mejor canción.
No falta en esta muestra un género nada raro en la producción española: el thriller de terror, representado en este caso por La abuela (España-Francia, 2021), dirigido por Paco Plaza, que integrara la selección oficial en concurso en el Festival Internacional de San Sebastián antes de ser nominado a los Goya en las especialidades de mejores efectos especiales y mejor música. El derrame cerebral que sufre su abuela en Madrid, obliga a una joven que trabaja como modelo en París, a retornar. No puede olvidar cómo ella se dedicó a su crianza tras la muerte de sus padres, como si se tratara de su propia hija. Pero lo que en un principio pensaba serían unos pocos días, terminarán por transformarse en una auténtica pesadilla… de imprevisibles consecuencias. La abuela se estrena el sábado 6 en el cine 23 y 12, sede de las funciones de la Cinemateca de Cuba.
Marcada por regresos y reencuentros, esta cosecha —amenazada por el llamado «parón pandémico»—, no deja de ser pródiga en títulos y autores promisorios, capaces en algunos casos de centrarse en relatos personales provocadores de debates. Jaime Rosales, egresado de la Escuela de Todos los Mundos, quien concluyó su séptimo largometraje, Girasoles silvestres —que seguro admiraremos el año próximo—, define que los aúna preconizar «un cine que versa sobre las relaciones familiares y sus tensiones. Se interesa por el ser humano, no tanto en su dimensión colectiva, como en su individualidad más íntima. Se interesa por el ser en su contacto con un círculo reducido de otros individuos semejantes: sus parejas, sus amigos, sus familiares».
Tránsitos del documental a la ficción, del thriller al drama intimista y exponentes de ese cine joven «atento a lo atmosférico y emocional más que a manidas estrategias narrativas», la divisa de la cita anual en Rotterdam, confluyen en la producción audiovisual española contemporánea. De algunos cineastas apenas quedará el tan fulgurante como efímero rastro; a otros, el talento les permitirá trascender el anhelado debut en la realización o la marcada vocación para epatar a jurados en festivales y deslumbrar a ciertos críticos que conciben el cine como una sofisticada forma de tedio. El futuro tiene la última palabra.
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