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La naturaleza y su reflejo en los “Versos Sencillos” de José Martí

15 de junio de 2022

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027-Angel-Mallet

“Para un amigo”, 1998, Ángel Mayet, Óleo sobre tela, 70 x 50 cm

 

José Martí resaltó y escribió con respecto al esplendor de la naturaleza acerca de la cual aseguró que enseña modestia y que luego de conocerla la virtud es fácil. Él además expuso que la naturaleza no es más que un inmenso laboratorio en el cual nada se pierde, en donde los cuerpos se descomponen, y libres sus elementos vuelven a mezclarse, confundirse y componerse, “pudiendo, en el transcurso de los siglos –que son instantes en la vida del mundo– volver a su antiguo ser, a colmar los vacíos que el hombre haya causado, por otra parte imperceptible en los inconmensurables depósitos del globo.”

Martí planteó igualmente que los que sienten la naturaleza tienen el deber de amarla y que el espectáculo de la naturaleza inspira fe, amor y respeto. Precisó que la naturaleza influye en el hombre, y que este hace a la naturaleza alegre, o triste, o elocuente, o muda, o ausente, o presente, a su capricho.

Él también afirmó que la hermosura de la naturaleza atrae y retiene al hombre enamorado.

Más allá de lo planteado por Martí en cartas y trabajos periodísticos, él trató el tema de la naturaleza en su obra poética y de modo muy especial en sus Versos Sencillos, grupo de 46 poemas que creó en el año 1890 cuando se encontraba en una zona rural de los Estados Unidos de América, cerca de la ciudad de Nueva York, con el propósito de reponerse de problemas de salud que confrontaba.

En una nota introductoria que le hizo a sus poemas, que fueron compilados en un libro editado al año siguiente, Martí detalló: “Me echó el médico al monte: corrían arroyos, y se cerraban las nubes: escribí versos.”

Y seguidamente especificó: “A veces ruge el mar, y revienta la ola, en la noche negra, contra las rocas del castillo ensangrentado: a veces susurra la abeja, merodeando entre las flores.”

Casi todos los poemas que conforman sus Versos Sencillos están estructurados en forma de cuartetas.

Ya en la primera de las cuartetas que integran el verso sencillo inicial él expresó que era un hombre sincero de donde crece la palma, y en la siguiente señala:

Yo vengo de todas partes,

         Y hacia todas partes voy:

         Arte soy entre las artes,

         En los montes, monte soy.

En el transcurso de ese poema, que es algo extenso, cita a varios xponentes de la fauna al mencionar, por ejemplo, a la abeja, al águila y la víbora. También menciona a un arroyo manso y a un árbol marchito.

En el segundo verso sencillo manifiesta:

Yo sé del canto del viento

         En las ramas vocingleras

         Nadie me diga que miento,

         Que lo prefiero de veras

En el siguiente Verso Sencillo, además de volver a mencionar a una abeja, Martí llega a detallar que con los pobres de la tierra quiere él su suerte echar y que el arroyo de la sierra le complace más que el mar.

Y además dijo:

Denle al vano el oro tierno

         Que arde y brilla en el crisol:

         A mí denme el bosque eterno

         Cuando rompe en él el sol.

En ese poema señala que prefiere estar en la sierra cuando vuela una paloma.

Y en la parte final de dicho verso sencillo, expone:

¡Díganle al obispo ciego,

         Al viejo obispo de España

         Que venga, que venga luego,

         A mi templo, a la montaña!

El cuarto de los Versos Sencillos se inicia con una alusión a las olas. Puntualiza:

Yo visitaré anhelante

         Los rincones donde a solas

         Estuvimos yo y mi amante

         Retozando con las olas

Y cuenta que estuvieron tan solo con la compañía de dos pájaros que vieron meterse en la gruta umbría.

De manera muy especial en el quinto de los Versos Sencillos, integrado por cuatro cuartetas, se puede aquilatar la interrelación de la naturaleza con la obra poética de José Martí.

Señaló en su primera cuarteta:

Si ves un monte de espumas

         Es mi verso lo que ves:

         Mi verso es un monte, y es

         Un abanico de plumas.

 

Y agregó en la siguiente:

 

         Mi verso es como un puñal

         Que por el puño echa flor

         Mi verso es un surtidor

         Que da un agua de coral.

En otros de los poemas que forman parte de sus Versos Sencillos Martí continuó haciendo referencia a aspectos relacionados con la naturaleza.

En el poema número XIV expresa:

Yo no puedo olvidar nunca

La mañanita de otoño

         En que le salió un retoño

         A la pobre rama trunca.

Y en vigésimo quinto verso sencillo, señala:

Yo pienso, cuando me alegro

         Como un escolar sencillo,

         En el canario amarillo,-

         ¡Que tiene el ojo tan negro!

Por último cito lo que patentiza en el verso sencillo número 34, que por cierto es uno de los más conocidos.

Cultivo una rosa blanca,

         En julio como en enero,

         Para el amigo sincero

         Que me da su mano franca.

         Y para el cruel que me arranca

         El corazón con que vivo,

         Cardo ni oruga cultivo:

         Cultivo la rosa blanca.

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