Día de las áreas protegidas: con logros que celebrar y desafíos por delante

13 de abril de 2022

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Daniel Benítez Pérez

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Centro Nacional de las Áreas Protegidas, Cuba, Cultura, ECOVALOR, Medio ambiente, Oficina del Historiador de La Habana, Patrimonio, Pico Cristal

 

 

Como la isla con mayor diversidad biológica de las Antillas, la apreciación de esta en nuestro país y su protección, están ligadas profundamente con nuestra identidad nacional. Con motivo del Día Nacional de las Áreas Protegidas, que se celebra cada 12 de abril, la rueda de prensa ofrecida por el Centro Nacional de las Áreas Protegidas (CNAP) fue tan esperada como prometedora.

Las palabras iniciales estuvieron a cargo del Subdirector Administrativo del CNAP, Alexander Álvarez, que presidía el evento. El motivo de la conferencia, expresó el subdirector Álvarez, era no pasar por alto el aniversario 92 de la creación del Primer Parque Nacional de Cuba, Pico Cristal, y tener un intercambio productivo con la prensa tras varios años de no celebrarse este encuentro, motivo de la pandemia Covid-19.

 

 

 

Otros asistentes a la conferencia fueron Juliett González, Coordinadora de Áreas Marinas Protegidas; Abdiel Caraballoso, jefe del grupo de Planificación y Coordinación del CNAP; Solbrez Rodríguez, miembro de la delegación del CITMA en La Habana; y además se contó con Augusto Martínez y Rolando Fernández de Arcila, ambos fundadores del Centro Nacional de Áreas Protegidas, que continúan trabajando en este espacio.

La mayor parte de la conferencia estuvo conducida por Augusto Martínez, Jefe del Departamento de Planificación del CNAP, que hizo un recorrido por la historia del primer Parque Nacional de Cuba, creado el 12 de abril de 1930. Cuba fue el cuarto país de Latinoamérica en crear un parque nacional, y desde el 2008 se celebra esta fecha como Día de las Áreas Protegidas en Cuba.

 

 

Fue con el triunfo revolucionario que se le dio un mayor protagonismo a la protección del medio ambiente, y en 1963, se aprueban cuatro reservas naturales, entre ellas Veral y Cabo Corrientes, en la península de Guanacahabibes, y Jaguaní y Cupeyal en lo que hoy es el Parque Nacional Alejandro de Humboldt. En 1965 se aprueban a Cayos de Piedras y Caguanes como Reservas Naturales.

Augusto Martínez cuenta que en 1973 se crea el primer Sistema de Áreas Protegidas, con diferentes categorías para el manejo de la protección de la diversidad. Este conjunto de áreas protegidas se definiría mejor a partir de 1976, que se convertiría en los 90 en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Para coordinar estas áreas protegidas, se crea en 1995, el Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), que pertenece al ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).

 

 

 

En Cuba están reconocidas en estos momentos 6 reservas de la biosfera (entre las que se encuentran las Cuchillas del Toa, Sierra del Rosario y Baconao); 6 sitios, Ramsar o Humedales, de importancia internacional (como la Ciénaga de Zapata y el Delta del Cauto); y  dos sitios de patrimonio mundial natural (que son los parques nacionales Desembarco del Granma y el parque Alejandro de Humboldt).

Gracias al esfuerzo del CNAP, en estos momentos Cuba cuenta con 215 Áreas Protegidas (79 de significación nacional y 136 de significación local), divididas en ocho categorías jerárquicas, y ocupan el 21,26% de la superficie del país. Dentro de estas áreas protegidas se encuentran 733 asentamientos humanos, la mayoría costeros, en los que viven casi medio millón de personas.

 

 

En los últimos 22 años, el CNAP ha logrado la aprobación del Decreto Ley 201 de Áreas Protegidas. Ha conseguido la creación de la Junta Coordinadora Nacional y de 16 Juntas Coordinadoras provinciales. Ha obtenido la aprobación de 144 áreas protegidas por el Consejo de Ministros, y la administración de otras 150. Ha implementado 3 Planes de Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Ha capacitado especialistas, directores y demás personal del sector. Y por último, el CNAP ha logrado que el Sistema Nacional de Áreas Protegidas en Cuba sea reconocido en América Latina.

Juliett González, coordinadora de Áreas Marinas Protegidas habló sobre el acercamiento constructivo que el CNAP mantiene con estas comunidades. González, que también está a cargo del proyecto ECOVALOR, habló sobre cómo este proyecto busca la identificación y valoración de los bienes y servicios que puedan aportar financiamiento para la gestión de áreas protegidas. ECOVALOR, a la vez, busca empoderar económica y socialmente a los habitantes de estas áreas protegidas, permitiendo que las comunidades se desarrollen a la vez que se preserva el entorno natural.

 

 

El subdirector Álvarez recalcó que el interés que el gobierno del país presta a las áreas protegidas ha sido históricamente significativo, con un presupuesto que en cifras de antes de la pandemia, llegaban a los 600 millones de pesos. Pero a través del proyecto ECOVALOR y de la colaboración con ONGs internacionales, lo que se busca es reducir la dependencia de los presupuestos estatales, y hacer a las áreas protegidas más autosuficientes en lo económico y más sostenibles como ecosistemas que coexisten con los humanos.

También, el Jefe de Planificación, Augusto Martínez adelantó que hay 15 nuevas áreas protegidas, cuya aprobación está en debate y que aumentarían el total nacional a 230. Martínez habló de que es posible conseguir que para el 2030, el 30% de la superficie de Cuba esté conformado por áreas protegidas, pero estas nuevas áreas estarán cada vez más vinculadas a los asentamientos humanos, debido a la limitada extensión territorial de la isla.

 

 

 

Ante las preguntas de la prensa, Juliett González se mostró interesada en establecer nuevos canales de interacción con los medios, para que estos se hagan eco de las actividades que el CNAP realiza en las comunidades y a nivel nacional. Queda la promesa de mantener estos vínculos más allá de los encuentros de cada 12 abril, y queda para los investigadores y la sociedad, el desafío de redefinir el acercamiento a las áreas protegidas, a fin de empoderar a las comunidades que viven en estas, y en lugar de excluirlas, hacerlas protagonistas de su protección y desarrollo.