Reencuentro de Siria con el mundo Árabe
30 de marzo de 2022
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Dominada la actualidad mundial en los medios de prensa y en las redes sociales por el conflicto ruso ucraniano y sus consecuencias, mucho menor ha sido la repercusión – como parte de los prolongados acontecimientos del Medio Oriente- de la visita reconciliatoria y trascendente del presidente sirio Bachar Al Asad a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), las conversaciones allí sostenidas con las autoridades de ese país árabe y sus proyecciones futuras.
Fue la primera salida al exterior del mandatario sirio desde que se inició la prolongada guerra de agresión patrocinada por Estados Unidos, la OTAN y algunos socios de la región con el propósito de llevar a cabo en Siria un “cambio de régimen” que inclinara la balanza en la codiciada región y, de paso, favoreciera a los intereses expansionistas del estado sionistas de Israel.
La firmeza, decisión, valor y espíritu de sacrificio y patriotismo del pueblo sirio y su dirección política lograron frustrar las perversas intenciones del vasto complot contra ese país, cuya postura independiente de los grandes poderes lo convertía en un obstáculo para los planes de dominación yanqui-europeos-israelíes.
Contando, además, con apoyos decisivos de amigos y aliados como Rusia, Irán y el movimiento libanés Hezbolah, Siria logró mantener su independencia y soberanía, aunque pagando un alto precio en vidas por parte de la población civil y de su Ejército valeroso y capaz, como ya lo había demostrado en las anteriores guerras libradas contra Israel.
Esta vez, la criminal agresión costó a Siria la destrucción de buena parte de su infraestructura y riquezas, de ciudades y pueblos enteros, modernas fábricas y centros científicos, cuyos trabajos de reconstrucción han comenzado en medio de las condiciones más difíciles.
La firme resistencia siria de casi diez años de duro batallar convenció a muchos de sus enemigos que se hallaban frente a un pueblo indoblegable, que solo recogerían ruinas de una pírrica victoria y que era necesario llegar a un entendimiento negociado y respetuoso, principalmente dentro del mundo árabe directamente involucrado.
Los primeros pasos se dieron desde Egipto y Jordania, mientras Líbano mantuvo habitualmente una actitud respetuosa hacia Damasco. Otros acontecimientos mundiales y regionales también contribuyeron a crear hoy una atmósfera propicia para el entendimiento, que posibilite el regreso de Siria al seno de la Liga Árabe y el fin de las hostilidades.
Quedaría por resolver, sin embargo, el tema de la ocupación militar y agresión estadounidense por parte de las tropas yanquis que ilegalmente se despliegan actualmente por el norte de Siria y las fronteras con Iraq, robándose el petróleo y las cosechas sirias y llevándolas de contrabando al exterior.
El gobierno imperialista de Estados Unidos, que dice estar tan preocupado por la presencia rusa en Ucrania, debe cesar su ocupación ilegal y saqueo del territorio sirio, cesar allí sus crímenes e interferencia armada y devolver a una Siria independiente y soberana las zonas ocupadas a la fuerza y contra su voluntad.
Solo con el cese de la ocupación y el saqueo yanquis podrá terminar completamente la guerra de agresión contra Siria.
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