René Cabel, el llamado «tenor de las Antillas»
10 de febrero de 2022
|
En esta sección nos referiremos hoy al cantante René Cabel (Alquízar, La Habana, 1914-Bogotá, Colombia, 1998), quien, según declaró en varias ocasiones, su verdadero nombre era René Cabezas, aunque en el Diccionario enciclopédico de la música cubana el investigador Radamés Giro lo citó como José de Jesús Cabezas Rodríguez.
Alentado por su vocación artística, interrumpió los estudios de bachillerato en el Colegio Salesiano, de la capital cubana, y empezó a recibir clases de canto del profesor Arturo Bovi. El 23 de septiembre de 1933 debutó en un concierto de Ernesto Lecuona, realizado en el teatro Nacional. En esa oportunidad estrenó las canciones Tu ausencia y Yo quiero que tú sepas, esta última con letra de la poetisa Mary Morandeyra y música del maestro, que le dedicó la obra, la cual tuvo que repetir cinco veces a insistencias del público.
En declaraciones publicadas en ¡Alerta! el 30 de diciembre de 1940, Cabel evocó aquella circunstancia: «Fue Ernesto Lecuona, nuestro genial compositor, el que me dio el “empujoncito” que me abrió las puertas del éxito. […]. Lecuona me abrazó aquella noche emocionado y me dijo “Tú harás camino”, nunca olvidaré esa frase del Maestro. Me quiso decir que llegaría a ser algo. Cuánto se lo agradecí, pues sus palabras sirvieron de estímulo al miedo que me embargaba entonces. Comencé a pensar que no sería tan malo como yo mismo creía». Hasta el decenio de los cincuenta, se presentaría en otros espectáculos de esta índole organizados por Lecuona, a quien estrenó, además, Has vuelto a mí (1936), Si yo pudiera besarte (1938) y En mi soledad (1939), y siempre tuvo mucho éxito con su interpretación de Canto siboney.
Debutó en la radio cubana en 1934, acompañado por la orquesta de los Hermanos Castro. Más tarde partió hacia México, donde permaneció seis meses. En ese período trabajó en la radioemisora XEW, estudió canto con el profesor Charifas Alonso, grabó discos y, acorde con su decir, fue «decapitado» su apellido Cabezas, que no era comercial, y optó por el de Cabel.
Después de su regreso a La Habana, retomó su labor en la radio, teatros y centros nocturnos. En 1943 cantó en el Auditórium en el homenaje que dedicó la Corporación Nacional del Turismo a Simons, Lecuona y Grenet. Durante este año y en 1945 viajó a Estados Unidos para trabajar en importantes programas radiales de la NBC y emisoras de la Cadena Panamericana. También en el último año citado emprendió exitosas giras a diferentes naciones latinoamericanas, principalmente Argentina. Retornó en 1947 a su patria, contratado por el Circuito CMQ. Con el comienzo de las transmisiones televisivas en Cuba participó en los más renombrados programas musicales de este medio en el decenio de los cincuenta. Mucho antes le habían adjudicado el calificativo de «el Tenor de las Antillas». Actuó en La Habana en secuencias musicales de las películas Ritmos de Cuba (1942, Dir.: Ernesto Caparrós), Romance musical (ídem) y Tropicana (1956, coproducción cubano-mexicana, Dir.: Ernesto Caparrós).
En 1961 partió de Cuba para cumplir un contrato en Puerto Rico. Más tarde determinó radicarse en Bogotá. Durante muchos años sería la figura central del espectáculo del hotel Tequendama, uno de los más lujosos de la capital colombiana, donde fallecería este artista, siempre recodado entre los más reconocidos cantantes que haya dado Cuba.
Galería de Imágenes
Comentarios