ribbon

Los retos de Honduras

27 de enero de 2022

|

 

Para el nuevo gobierno que se instala en Honduras ya eran bastantes y difíciles los retos y dificultades que deberá encarar cuando acaba de sumársele otro de vastas proporciones, pues se trata de la fractura interna del partido de gobierno -aun antes de la toma de posesión presidencial- ocasionada por la aparentemente sorpresiva deserción de 18 diputados electos en sus filas, quienes decidieron apoyar a los candidatos de los partidos opositores para los cargos directivos del Congreso.

De este modo, todo indica que la composición de ese recién electo Congreso Nacional unicameral cambiará notablemente en cuanto a su correlación de fuerzas interna y, por tanto, a sus eventuales votaciones en los importantes temas que el gobierno entrante pretende llevar a su aprobación, algunos de los cuales ya han sido anunciados durante la campaña electoral.

Los 18 diputados desertores fueron expulsados por la asamblea plenaria del Partido Libertad y Refundación (Libre) al cual pertenecían y ello aumenta la posibilidad de que una vez posicionados en el Congreso, los mencionados desertores -que han sido calificados como “traidores” por sus antiguos compañeros partidistas- unan sus votos a los opositores Nacional y Liberal.

Las razones de este viraje por parte de un número relativamente nutrido de los diputados electos, en medio de la euforia del triunfo electoral, no están aun totalmente claras -al menos para los observadores exteriores- y mucho se rumora sobre sobre las verdaderas y más profundas causas del masivo abandono de los compromisos y los principios contraídos con su propia organización, que pueden ir desde un cambio repentino de ideología hasta un lleno -también repentino- de algunos bolsillos codiciosos.

No olvidemos que Honduras, siendo un país acosado por la extrema pobreza, endeudado y saqueado por los poderosos locales y el imperialismo, puede influir en inclinar la balanza centroamericana hacia posiciones más favorables a la unidad e integración de esos pequeños países que, en su conjunto, llegarían a constituir una fuerza notable en la región.

Para Washington, la corriente democrática que hoy llega al gobierno hondureño no deja de ser una preocupación y desde ahora comienza a presionarla y advertirle de que lo sucedido en 2009pudiera repetirse, aunque fuese de manera diferente.

El Comando Sur, la fuerza armada interventora de Estados Unidos para el área latinoamericana y caribeña tiene en Honduras un importante puntal y cuenta allí con una base aérea y la fuerza de tarea conjunta conocida como Bravo. Desde allí se organizó y dirigió la guerra sucia contra Nicaragua en la década de los 80 y desde allí partió la expedición de Castillo Armas contra Guatemala en la década de los 50. Es un enclave imperial de agresión.

Para la tierra de Morazán -un hijo de Honduras pero padre de Centroamérica- para su pueblo laborioso, humilde y heroico y para este nuevo gobierno recién elegido por amplia voluntad popular, la oportunidad de romper las cadenas de la explotación, el saqueo y la humillación se presenta una vez más.

Sus retos y dificultades, tal como se aprecia, son enormes.

Comentarios