José Martí: criterios acerca de la ciencia y su adecuada utilización
13 de enero de 2022
|
José Martí en varios de sus múltiples trabajos periodísticos, así como en sus apuntes y fragmentos y también en una carta significativa que escribió en 1895 a la joven María Mantilla, hizo referencia al gran valor que le atribuyera a la ciencia acerca de la cual afirmó, por ejemplo, que constituía “el conjunto de conocimientos humanos aplicables a un orden de objetos, íntima y particularmente relacionados entre sí.”
Para Martí la ciencia representa una verdad única, generadora y matriz de todo género y toda clase de verdades.
En un trabajo publicado en La Opinión Nacional de Caracas, el 19 de mayo de 1882, también detalló que las ciencias confirman lo que el espíritu posee, la analogía de todas las fuerzas de la naturaleza, la semejanza de todos los seres vivos, la igualdad de la composición de todos los elementos del Universo.
Martí igualmente precisó su preocupación porque los temas referidos a la ciencia no salieran con la frecuencia necesaria en revistas y periódicos.
Acerca de ello patentizó en un trabajo reflejado en la Revista Universal, de México, en la edición del 31 de julio de 1875: “…apenas si alguna vez hallan cabida en las columnas de los periódicos, las solemnes palabras de la ciencia, madre amorosa que descompone, elabora, estudia, crea en pro de tantos hijos que la desconocen, la desdeñan o la olvidan.”
Martí fue partidario que los temas de carácter científico fuesen objeto de estudio y de debate.
Para ejemplificar lo anteriormente citado recuerdo un fragmento del material suyo que se publicó el 23 de septiembre de 1875, en la Revista Universal, en el que expresó: “Bueno es que en el terreno de la ciencia se discutan los preceptos científicos. Pero cuando el precepto va a aplicarse; cuando se discute la aplicación de dos sistemas contrarios; cuando la vida nacional va andando demasiado aprisa hacia la inactividad y el letargo, es necesario que se planteen para la discusión, no el precepto absoluto sino cada uno de los conflictos prácticos, cuya solución se intenta de buena fe buscar.”
E igualmente en enero de 1884 en un comentario sobre el libro Las leyes de la herencia, del profesor W. K. Brooks, afirmó: “Poner la ciencia en lengua diaria, he ahí un gran bien que pocos hacen.
“Ese mérito tiene el mérito del libro que acaba de publicar un hombre entendido en la ciencia de la vida, y en el estudio de sus causas, elementos, composición y tendencias visibles.”
Algunos años después, Martí también reflexionó en torno a la utilidad que tenía la ciencia para los seres humanos.
En un artículo titulado “Postrimerías del Verano”, que publicó en el periódico La Nación, de Buenos Aires, el 16 de octubre de 1887, señaló: “¿Para qué, sino para poner paz entre los hombres, han de ser los adelantos de la ciencia?”
José Martí enfatizó que la ciencia está en conocer la oportunidad y aprovecharla. Esto lo expresó en el trabajo “Ciegos y desleales” reflejado en el periódico Patria el 28 de enero de 1893.
Además de tratar acerca de la ciencia en sentido general Martí también hizo referencia a distintas especialidades dentro de la esfera científica, como serían los casos de las ciencias jurídicas y naturales, respectivamente.
En la Revista Universal de México, exactamente el 18 de junio de 1875, calificó a la ciencia jurídica como ciencia madre y en la revista La América, de Nueva York, en febrero de 1884, hizo la siguiente reflexión
sobre las ciencias naturales: “¡Quién que mide su cerebro con el de la naturaleza, no le pide perdón de haberse creído su monarca! A todo hombre debieran enseñarse, como códigos de virtud, fijadoras de ideas y esclarecedoras de la mente, las ciencias naturales.”
Martí interrelacionó, además, la ciencia con el concepto de la libertad.
Sobre esto trató en 1882 en un artículo titulado “Respeto a Nuestra América”, que salió publicado en el periódico La América que se editaba en Nueva York.
En dicho trabajo aseguró: “Ciencia y libertad son llaves maestras que han abierto las puertas por donde entran los hombres a torrentes, enamorados del mundo venidero.”
José Martí igualmente resaltó algo muy elocuente con respecto a la ciencia en la carta que le escribió desde Cabo Haitiano el 9 de abril de 1895 a la joven María Mantilla en la que le expresó que dónde encontraba poesía mayor era, entre otras cuestiones, en los libros de ciencia.
En relación con lo que José Martí señalara en torno al valor de la ciencia y lo que él detallara con respecto aspectos del mundo científico, hizo la siguiente consideración la Doctora Josefina Toledo en un libro titulado La ciencia y la técnica en José Martí: “Revisadas las incursiones de José Martí en los temas relativos al saber científico y técnico, se revela que acaso la más exacta valoración de su interés en esta fundamental dirección
del conocimiento humano la ofrece el Maestro cuando en carta a María Mantilla, el 9 de abril de 1895, escribe: “Donde yo encuentro poesía mayor es en los libros de ciencia, en la vida del mundo, en el fondo del mar, en la verdad y música del árbol…”
Esta declaración parece ilustrar una síntesis de la mayor importancia en la aprehensión cognoscitiva martiana, dado que aúna la sensibilidad del poeta –uno de los más profundos renovadores de nuestra lengua– con la objetividad práctica que preside el acercamiento a la realidad por medio del análisis científico. Esta visión parece presidir su punto de vista en la aproximación a las ciencias, y se expresa en su valoración de la naturaleza como conjunto armónico en el que está inmerso el hombre y como expresión de fuente perpetua del conocimiento humano. (*)
(*) Libro La ciencia y la técnica en José Martí, Editorial Científico-Técnica, 2003, página 152
Galería de Imágenes
Comentarios