El Verde que no se quiere
27 de diciembre de 2021
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Verde que te quiero verde, así dicen los poetas en un canto a la Naturaleza, mezclado con el amor. Pero el verde que en dos ocasiones ha azotado a gran parte del mundo es la denominada Revolución Verde que ha tratado de imponer el imperialismo para supuestamente solucionar el problema del hambre.
En Cuba, conocemos que la suficiente producción alimentaria ayudara a resolver nuestros principales problemas, porque en nuestro sistema hay justicia económica y social, sin importar tantas décadas de bloqueo y persecución por el Imperio.
Hoy día, 21 años después de tratar de implantar una segunda Revolución Verde, los magnates del suelo hablan de una tercera, basándose nuevamente en la ingeniería genética con el mismo discurso y mito de la sobrepoblación.
Si de verdad la supuesta escasez fuera causante del hambre, entonces Estados Unidos tendría la población mejoralimentada del mundo, pero allí hay unos 40 millones de personas que no tienen que comer y más de ocho millones de niños sufren hambre.
Mientras tanto, la sobreproducción es un verdadero dolor de cabeza para los agricultores estadounidenses, pues EE.UU. tiene excedentes masivos de productos lácteos y de granos, pero en la nación más rica del mundo, uno de cada cinco niños nace en lapobreza.
RECORDATORIO
Vale recordar aquellos discursos de Malthus recogidos años después por los creadores de la Revolución Verde y la más actual genética, quienes atribuyen la existencia del hambre a la sobrepoblación, lo cual se resolverá con el aumento de la productividad.
Pero los hechos y las cifras niegan que haya mucha gente y poco alimento.
Segúndatos de la Organización de las Naciones Unidas para los Alimentos y la Agricultura (FAO), en nuestro planeta se cosechan actualmente suficientesgranos para proveer 3 500 caloríasdiarias a cada uno de los seres humanos, sin incluir la producción mundial de frutas, vegetales y carnes.
La llamada Revolución Verde fue un procesonorteamericanodirigido y subvencionado por el Banco Mundial y la Fundación Rockefeller, el cual incluyóla introducción de monocultivos masivos de plantas híbridas de alto rendimiento, juntocon insumos sintéticos, como pesticidas y herbicidas.
Agrónomos de las fundacionesRockefeller y Ford desarrollaron semillas de granos –arroz, maíz y trigo- de alto rendimiento y, con la ayuda del Banco Mundial y el gobierno de Estados Unidos, procedieron a revolucionar la agricultura en el Tercer Mundo.
“MILAGRO” LETAL
Ya para la década de los noventa estas semillas “milagrosas” se plantaban en casi el 75% del área dedicada al cultivo del arroz en Asia y producían el 70% del maíz en el mundo, pero su rendimiento solo era posible concostososinsumos sintéticos, engeneraldañinos para los humanos, ya que, según datos de la Organización Mundial de la Salud, unapersona del Tercer Mundo se envenena con pesticidas cada minuto, y de ello mueren unas 5 000 al año.
Así, los microorganismos que habitan en los suelos caían murtos, dejando los terrenos estériles e incapaces de tener vegetación saludable. Además, otro impacto ambiental negativo fue la destrucción de la exuberante diversidad biológica.
¿Quiénes se beneficiaron de la Revolución Verde? Según el investigador japonés Hiromitsu Humeara, “los verdaderos beneficiarios fueron los suministradores de insumos agrícolas, los contratistas de mano de obra, los usureros y los bancos”.
Y es que el problema se debe más que nada a cuestiones económicas y sociales, a la propia estructura de un sistema explotador e injusto en su esencia.
Si la gente notiene tierras en donde cultivar alimentos o el dinero para comprarlos, entonces pasan hambre. Por lo tanto, no se puede separar de otros factores, como es el papel que desempeñan corporacionestransnacionales e instituciones, así como estructuras de desigualdad política y económica a nivel nacional y local.
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