Maestra: una canción de gesta
21 de diciembre de 2021
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El título no es exagerado, solo como una canción de gesta podría calificarse al documental Maestra (2013), realizado por la norteamericana Catherine Murphy, quien rememora en apenas 33 minutos esa hazaña que en 1961 significó en Cuba librar una gran batalla para erradicar el analfabetismo sesenta años atrás. De los 250 mil voluntarios que se inscribieron, más de la mitad fueron mujeres y la cineasta escogió los testimonios de nueve de ellas entonces adolescentes, Daysi Veitía, Norma Guillard, Adria Santana, Ivonne Santana, Diana Balboa, Blanca Monett, Eloísa Hernández y Gina Rey, aunque una, Griselda Aguilera, apenas contaba con 7 años cuando se aprestó a alfabetizar a un hombre con más de cinco décadas.
Las vivencias de estas mujeres que vencieron la resistencia de sus familiares para incorporarse con entusiasmo al ejército de alfabetizadores, alternan con los de algunos campesinos que sintieron por primera vez el orgullo, la sorpresa y la satisfacción de poder escribir su nombre sin tener que usar más una huella dactilar o una cruz para firmar. El material de archivo, procedente en gran medida del documental Historia de una batalla (1962), en el que Manuel Octavio Gómez registró aquel acontecimiento, revela en una precisa edición de Eva Goldberg, también el proceso de enriquecimiento que representó para los participantes en ese gran movimiento. Muchos ni siquiera habían puesto antes un pie en el campo, y enfrentaron el reto de trasladarse a lugares apartados, sin energía eléctrica, donde compartieron no solo los hábitos y costumbres de las familias con las que vivían y enseñaban a leer y a escribir en las noches, sino las labores agrícolas cotidianas a pleno sol.
Domar tabúes, prejuicios y la obstinación de algunos veteranos, reacios a que un mocoso de la ciudad entrenara a sus endurecidos dedos en el dominio de un lápiz, significaron también victorias, como relató también el argumento del largometraje de ficción El brigadista (1977), de Octavio Cortázar. Le antecedió un primer acercamiento al fenómeno de los maestros voluntarios en las montañas de Minas del Frío, En días como estos (1964), largometraje de ficción dirigido por Jorge Fraga, basado en la novela testimonial de Daura Olema. Una de las entrevistadas de Maestra cuenta una anécdota evocadora de la trama del tercer cuento del clásico Lucía (1968), de Humberto Solás, situada justamente a inicios de los años 60, sobre un campesino machista, celoso, negado a que su joven esposa recibiera clases. Solo accedió con la condición de que la alfabetizara una muchacha. La realidad, como en innumerables casos, superó la ficción concebida por el realizador.
La narración del documental, en voz de la escritora Alice Walker, no abruma con excesiva información, solo la imprescindible, contrapunteada por una efectiva música. Bastan las experiencias inolvidables de esas mujeres para comunicar toda la carga emocional con que afrontaron esos tensos momentos en que varios alfabetizadores fueron asesinados por las bandas contrarrevolucionarias y en medio de la campaña, en abril de 1961, sobrevino la invasión por Playa Girón. Ellas, como tantos otros, aún a riesgo de sus vidas, decidieron permanecer en esa trinchera que era el aula improvisada y culminar su misión. Todas coinciden en que era demasiado hermoso lo que les estaba ocurriendo como para perdérselo.
Para Catherine Murphy, natural de San Francisco, concebir Maestra es quizás recordar el tono coloquial de aquellas historias que escuchaba en voz de su abuela y de su tía, quienes se criaron a inicios del siglo xx en la provincia cubana de Camagüey. Recorrer América Latina a lo largo de dos décadas y vivir y trabajar en Cuba en los años 90, los del llamado «período especial», evidentemente ha marcado la sensibilidad de esta documentalista. Esa estancia le sirvió para conocer y entrar en contacto con un conjunto de estas veteranas alfabetizadoras que compartieron la felicidad de ver a sus alumnos escribir letras y palabras y de quienes les resultó muy difícil la despedida. El talento de la cineasta transmite a Maestra esa virtud —cada vez más rara en ciertos documentales contemporáneos, atiborrados de entrevistas que no supieron cómo editar—, de que el espectador no desea que termine. Es una emotiva crónica en torno a un grupo de jóvenes que entonces no eran conscientes de protagonizar un hecho histórico que cambiaría también sus propias vidas: convertir en un año a Cuba en territorio libre de analfabetismo, como proclamó a la isla la UNESCO en 1962.
Coincidió el estreno y la distribución del documental con otro hermosísimo enfrentamiento a la épica diaria de una maestra por iluminar la vida de un niño criado en un ambiente hostil en Conducta (2014), dirigido por Ernesto Daranas. La actitud decidida de ese personaje de la veterana Carmela, que alguna vez hemos tenido en un aula, por desafiar cuanto obstáculo halle en su camino con el único fin de que la sociedad no pierda a un muchacho, la aproxima hasta fundirse con los rasgos de las entrevistadas por Catherine Murphy. Quién sabe si al trasladar al guion la historia verídica de una profesora, el realizador pensó en atribuirle en el pasado su participación en esa gesta alfabetizadora y ella fuera una de las tantas que desfiló aquel 22 de diciembre de 1961 por la Plaza de la Revolución con un enorme lápiz, y descubrir luego, como muchas de ellas, la vocación del magisterio.
Para Catherine Murphy, Maestra es «una historia de esperanzas y sueños», conseguida a través de entrevistas realizadas entre el año 2004 y el 2010 a más de cincuenta alfabetizadoras que ojalá puedan devenir un libro definitivo que complemente la trascendente propuesta original: «Mi mayor esperanza es que este documental vaya a mover a la gente, especialmente a los jóvenes, que se den cuenta de que pueden hacer grandes cosas y convertirse en la facultad de influir en un cambio social».
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