Jardín Madre Teresa de Calculta / Camposanto

20 de diciembre de 2021

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Zenaida Iglesias Sánchez

Avenida San Pedro, entre Amargura y Churruca / anexo al antiguo convento de San Francisco de Asís.

 

 

Los trabajos de restauración desarrollados por la Oficina del Historiador, permitieron recuperar el esplendor del antiguo convento de San Francisco de Asís, que abrió sus puertas en 1994 convertido en complejo cultural, destinándose sus claustros a Museo de Arte Sacro, con salones disponibles en planta alta para la realización de muestras expositivas y de eventos internacionales, mientras la Basílica Menor, acogió la más bella Sala de conciertos de la ciudad.

 

 

El jardín Madre Teresa de Calcuta se inauguró en 1999, en la parcela trasera de la edificación religiosa. Los trabajos ejecutados por especialistas y obreros de la institución, recuperaron el terreno abandonado, dotándolo de pavimentación y arbolado, dignificando este espacio.

 

 

Para rendir honor a la memoria de la religiosa y elevar la denominación del sitio, en un extremo se ubicó una escultura de la Madre Teresa de Calcuta, del artista José Villa Soberón, donde aparece sentada sobre una piedra de la propia edificación. La obra refleja la intensa espiritualidad y la suprema humildad de aquella gran mujer, en un mundo martirizado por la pobreza, la guerra y el dolor de los que sufren y padecen, así expresó el Dr. Eusebio Leal el día en que fue develada al público. A la estatua nunca le faltan las flores frescas sobre el devocionario que atesoran sus manos, quieta y en silencio, parece entregarse a la lectura, mientras los visitantes acceden al sitio para venerar su presencia, en la misma ciudad donde dejó sus huellas de amor cuando la visitó.

 

 

En los mismos terrenos del jardín, hacia el fondo del mismo, se construyó en el año 2004 la Sacra Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Mira.

Pasaron los años y el sitio venerado devino en camposanto de prestigiosas personalidades de la cultura. En sus inmediaciones se guardan las cenizas del primer historiador de la ciudad, Dr. Emilio Roig de Leuchsenring y su amantísima esposa María Benítez; de la Doctora Marta Arjona; los artistas de la plática Liborio Noval y Juan Vicente Rodríguez Bonachea; sin poder mencionarlos a todos, con el debido de respeto de gratitud a la obra de sus vidas.

 

 

El 18 de diciembre de 2020 hasta allí fueron llevados en ceremonia familiar los restos de nuestro Historiador, el Dr. Eusebio Leal Spengler, que reposa junto a su venerada madre, la señora Silvia Spengler. En la ceremonia también estuvieron presentes, personalidades del Estado y Gobierno cubano, junto a distinguidos funcionarios de la Oficina del Historiador.

 

 

El monumento debe su autoría al arquitecto Juan Carlos Botello, conformado por cinco cuadrantes de tierra de distintos sitios históricos de Cuba, asimismo se destacan en el perímetro que lo conforman, los años que fue Historiador de la Ciudad y otras fechas importantes durante la restauración del Centro Histórico a la que entregó su vida.

Tributo de recordación, respeto y admiración se rinde frente a la lápida funeraria que distingue el sitio.