La calle Madera
30 de noviembre de 2021
|Plaza de Armas.
Siempre llama la atención del caminante la calle de adoquines de madera que se extiende al frente al antiguo Palacio de los Capitanes Generales, formando uno de los lados de la Plaza de Armas, en nuestro centro histórico. De ahí viene la pregunta: ¿por qué es la única calle de madera? Y se repite la tradición oral inmemorable, que cuenta que al Capitán General le molestaba el ruido de los carruajes y el continuo lodazal que en tiempos de lluvia se formaba frente a su honorable mansión.
Lo cierto es, que a principios del siglo XlX la pavimentación de las calles de nuestra ciudad todavía era caótica, experimentándose varios métodos para solucionar tan demandado asunto. En algunas de ellas se habían empleado las piedras llamadas “chinas pelonas”, que resultaron muy molestas para los carruajes, por la inestabilidad de los desniveles que ocasionaron no pocos accidentes. Se sustituyeron por cabezotes de piedra rellenos con tierra, pero esto no funcionó en épocas de lluvias. En sus distintas versiones, las piedras eran arrastradas hasta las aguas de la bahía, llegando incluso a afectar su calado.
Entonces, a mediados del siglo XIX, se propuso utilizar los adoquines de madera. El ingeniero Evaristo Carrillo tuvo a su cargo estos trabajos experimentales frente al edificio de gobierno. Poco tiempo después, una comisión determinó no llevarlo a efecto en otras calles de la ciudad por lo costoso del método y su poca durabilidad. De este modo, la única calle que se realizó con adoquines de madera, es la que llega hasta nuestros días.
La calle Madera, forma parte del recorrido de la calle Tacón, que se extiende en un breve trayecto de dos cuadras y tomó el nombre del Capitán General Don Miguel de Tacón y Rosique, quien gobernó en la isla entre 1834-1838. A principios del siglo XX recibió el nombre de Roosevelt y luego del triunfo de la Revolución, se le llamó Manuel Sanguily, en honor al héroe de nuestra guerra de independencia, pero su nombre antiguo, continuó prevaleciendo en la población. Fue recuperada durante la década de 1970, porque había sido pavimentada en la primera mitad del siglo XX.
La calle Madera ha servido de escenario a un sin número de actividades culturales. Devino espacio habitual de las retretas de la Banda Nacional de Conciertos; de la feria de libros antiguos; acogió también las representaciones el grupo de Gigantería, que hacen las delicias de los más pequeños y en la actualidad, es lugar ideal para los “Sábados del Libro”, realizándose las presentaciones de los nuevos títulos literarios que ven la luz.
Lo cierto es que, a través del tiempo, la calle Madera ha perdurado para hacer historia, gracias a los trabajos de mantenimiento y sustitución de los adoquines, que obreros con manos laboriosas llevan a cabo cada cierto tiempo, como los que se han ejecutado en estos días, a la espera del visitante que llegue a nuestro centro histórico.
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